Días gozosos en el Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote

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Acción Litúrgica que hace eco hoy de tres noticias referentes al ICRSS que os enlazo con gran agrado. La más importante es sin duda la aprobación definitiva por la Santa Sede de sus constituciones, que ya os comuniqué hace unos días. http://accionliturgica.blogspot.it/2016/02/aprobadas-las-constituciones-del-icrss.html http://accionliturgica.blogspot.it/2016/02/fiesta-de-la-purificacion-en-gricigliano.html http://accionliturgica.blogspot.it/2016/02/toma-de-habito-en-florencia.html En España, con modestísima presencia, apenas dos sacerdotes, están realizando una excelente labor y al Instituto se debe en buena parte que la misa según el modo extraordinario del rito latino sea una presencia real, pacífica y gozosa, ya en bastantes sitios de España. Hoy celebrada ya por otros sacerdotes ajenos al ICRSS sin el menor problema. O con muy escasos problemas. La romanidad del Instituto, nunca puesta en cuestión pues siempre se quiso fidelísimo a la Santa Sede, ha acabado con una absurda guerra de misas que nunca se debió plantear. No existe una misa buena y una mala. Ambas son santísimas porque renuevan del mismo modo el sacrificio de Cristo en la Cruz. No hay misas malas aunque algunas se digan de modo lamentable y de algunas hasta se pueda dudar fundadamente que sean una misa. El problema no está en ellas sino en los celebrantes. Y en sus consentidores. Jamás el Blog tomó partido en esa desdichada guerra por ninguno de los modos. Aunque haya denunciado puñeterías vergonzosas de quienes injustamente obstaculizaban el modo extraordinario. Y me alegra mucho que haya decaído notablemente la oposición a una misa con la que se santificó la Iglesia muchos siglos y la que celebraron multitud de santos. Pero creo que sería un error centralizar en la misa el ICRSS porque con ella y tras ella hay mucho más. Hablo sólo de la experiencia española que es la que conozco aunque uno no sea asiduo a sus celebraciones. Por supuesto que os invito a que conozcáis el modo extraordinario de la liturgia latina aunque sea sólo por curiosidad. Y como modo absolutamente legítimo de oír misa. Luego cada uno tiene también la legítima opción de preferir la que quiera. Y no por ello será más o menos católico. Por no entrar en la majadería de que la nueva no es católica. Lo que me parece señalable es que en las misas del Instituto se ve algo que no se encuentra en algunas otras. Una comunidad orante. Y ese es otro excelente servicio que el ICRSS ha prestado. Los asistentes, que posiblemente entre las dos misas dominicales se acerquen mucho a los trescientos, forman una comunidad. Se conocen, se saludan, charlan al salir de misa, se quieren… Y asisten a la misma con una piedad notable. Y con una media de edad bastante inferior a la que se da en muchas otras. Se nota un compromiso personal del asistente con el sagrado misterio que se celebra. Se nota porque es evidente. No se trata de nostálgicos de un pasado que la mayoría no conoció. Llevamos cuarenta y cinco años de misa nueva. Aquí no hay nostalgias que valgan porque no existen. Son personas que han encontrado que la misa tradicional les acerca más a Dios. Como otras piensan que eso les ocurre con la misa nueva. Y eso es lo verdaderamente importante.