Cincuenta años de Camino Neocatecumenal

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Un conocido mío no puede ver a las palomas. Pues es cosa suya. Dice a todo el mundo que hay dos animales que le producen enorme desagrado: las palomas y las ratas. A mí no me  entusiasman las palomas, prefiero el pico picapinos, el chorlitejo,  la curruca capirotada… pero no tengo nada contra la paloma e incluso notable simpatía por la torcaz. Viene esta introducción, breve por una vez, por la erisipela que el Camino produce en algunos lectores del Blog en cada ocasión que se le nombra. Entiendo perfectamente que haya personas que no quieran  emprender ese Camino, yo soy una de ellas, incluso que critiquen aspectos del mismo, pero ese odio, o al menos lo parece, no lo creo ni racional ni eclesial con un movimiento que la Iglesia aprueba y bendice. Aunque a nadie obligue a seguirlo.

Creo que algo hemos avanzado. Han desaparecido las invocaciones a Fray Antonio de Lugo y a un sacerdote italiano cuyo nombre ahora no  recuerdo como definitivo argumento de autoridad. Conocí a Fray Antonio de Lugo, jerónimo benemérito, pero que no era para presentarlo como la voz de Dios. Cuando se cuestionan palabras del Papa, y algunos de los debeladores del Camino no se quedan cortos en ello, y no por eso cabe dudar de su catolicismo, no vamos a considerar el juicio de Fray Antonio como definitiva e inapelable regla de fe. Aunque tuviera entonces el valor que tuviese. Tampoco era una estupidez. El Camino, con los años, corrigió algunas cosas, otras están todavía en nebulosa, la Iglesia ha aprobado muchas y a mí me parece que estamos ante un movimiento eclesial con no pocos valores y alguna incertidumbre. Y que la Iglesia no obliga a nadie seguir.

Pues ese Camino ha cumplido ya cincuenta años de vida con muy buenos resultados eclesiales para muchos, con heridas no leves para algunos y reticencias para otros. Ahora celebran los cincuenta años de vida, que no es poco, y creo que es noticia para acoger en el Blog y por mi parte con alegría.

No soy ningún especialista en el tema, como tampoco lo soy en el Opus Dei, los salesianos o Cáritas entre otras muchas cosas. Por ello recojo el testimonio de un amigo, caminante ya de largo recorrido pese a sus no muchos años, más bien escasos, y que siempre me pareció de muy buen sentido, común y eclesial:

En esta cuaresma hace 50 años nació la primera comunidad neocatecumenal del mundo que todavía existe, la 1ª comunidad de la parroquia de San Frontis de Zamora. Después de la experiencia de las barracas de Palomeras Altas en el actual barrio de Vallecas (año 1965-66) donde apareció el germen de lo que es el Camino con su trípode que lo define y sustenta: Palabra-Liturgia-Comunidad, y de un primer intento fallido de trasladar esta experiencia a una parroquia de Madrid por indicaciones del entonces Arzobispo Mons. Morcillo, Kiko yCarmen fueron invitados a Zamora, donde dieron unas primeras catequesis en la parroquia de San Frontis. Allí nació, fruto de la predicación, una comunidad en la parroquia, que es la más antigua del Camino, por lo que el año 1967 se considera como el año del nacimiento del Camino como iniciación cristiana parroquial.

 
«El Camino, dentro de las parroquias, cumple por tanto 50 años de vida. En estos 50 años aquella semilla insignificante nacida entre las barracas de Madrid y una parroquia rural de Castilla, se ha convertido en un árbol de proporciones considerables. Está actualmente presente en 125 países de 5 continentes, con más de 30.000 comunidades en 7000 parroquias. Ha abierto 110 Seminarios misioneros (14 en España) en los que se han ordenado ya 4000 sacerdotes misioneros y hay 2000 en formación y 1500 en pre-seminario. Además de las comunidades han salido más de 12.000 vocaciones al presbiterado como sacerdotes diocesanos y órdenes religiosas, y 10.000 hermanas para la vida consagrada.
Actualmente el Camino tiene cerca de 1.400 familias misioneras en todo el mundo, de las cuales hay 200 missio ad gentes (misiones de 3-4 familias con un sacerdote) en lugares donde no hay presencia de la Iglesia Católica.
Como curiosidades el Camino ha establecido puentes con la Iglesia Ortodoxa Rusa e Iglesias católicas de Rito oriental (hay comunidades en Moscú ortodoxas, así como en Tierra Santa de Rito maronita, siro-antioqueno etc.). También el Camino ha realizado catequesis en más de  300 cárceles del mundo, naciendo comunidades dentro de las mismas formadas por presos (fundamentalmente en Italia, donde nació esta iniciativa y en Sudamérica). 
Por otro lado Kiko y Carmen recibieron un doctorado honoris causa por el P ontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia de Roma en mayo de 2009, por la contribución del Camino en la defensa de la familia según lo expuesto por el magisterio de S.S. Juan Pablo II, otro en 2013 en Sagrada Teología por la Universidad Católica Juan Pablo II de Lublin, en Polonia, por su aporte a la renovación de la Iglesia, y otro Honoris Causa por la  Catholic University of America que  fun­cio­na bajo la di­rec­ta su­per­vi­sión de la Con­fe­ren­cia Episco­pal Es­ta­dou­ni­den­se y de la San­ta Sede en mayo de 2015″.
Los frutos no parecen malos aunque defectos los habrá como en toda obra humana. Y bien está que se señalen. Al menos desde el juicio particular de quienes los expresen. Que unas veces estarán muy justificados y otras menos o nada. Lo que me parece excesivo es pretender presentarlos como la voz de la Iglesia. Que da la impresión de que canta otra melodía. Mucho más acorde con el Camino Neocatecumenal.
Uno, que no transita por ese Camino ni está ya en edad de emprenderlo y además no tiene la menor intención de ello, les felicita por esos cincuenta años de muchos logros y sigo manteniendo algunas reservas. Que las he manifestado no pocas veces. Aunque piense también que el saldo es muy positivo.
Observo que en esta ocasión no les he llamado en ningún momento «kikos». No lo toméis a reconsideración por mi parte. Es que no salió. No hay nada ofensivo en mi voluntad. Llamo lefebvristas a los de la FSSPX, dominicos a los seguidores de Domingo de Guzmán y franciscanos a los del santo de Asís. Sin el menor ánimos de desmerecerles.
La cita de Alfa y Omega no se debe a haberla leído allí aunque la publicación esté en mi casa. Ya he dicho que no suelo hojearla. Me mandó un amigo el enlace y el artículo me pareció bien.