Según expone Religión Digital parece que los presuntos imputados dejan al margen de responsabilidades al arzobispo de Madrid y al arzobispado. O sea a la Iglesia. Me alegra mucho por la Iglesia, por el cardenal Osoro y por el arzobispado de Madrid.
Sin embargo hay dos cuestiones que de momento no se saben. Una, si ha habido pérdida económica, y si la hubo en que cuantía, en los intereses de la Iglesia.
La otra afecta directamente al cardenal arzobispo de Madrid aunque haya estado al margen, afortunadamente, de imputaciones procesales. Y es que alguna responsabilidad al menos moral tiene si los verdaderamente imputados fueron elegidos y nombrados por Osoro. En sus amores y en sus odios se equivocaba con muchísima frecuencia. Y «ostentóreamente». Caras pagaría después personalmente sus muchas equivocaciones.