Una buena noticia:
Y lo que ha caído la adoración y el respeto al Santísimo. Pasa ante personas piadosas, que acuden al traslado, hasta con velas, y no se arrodilla nadie.
Consecuencia, aunque se nieguen a creerlo, de comulgar en la mano, hacerlo de pie, no arrodillarse en la consagración…