Müller cuestiona la política vaticana sobre tradición y diálogo: «hacia su propia gente no muestran respeto»

Müller cuestiona la política vaticana sobre tradición y diálogo: «hacia su propia gente no muestran respeto»

El cardenal Gerhard Ludwig Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha acusado al Vaticano de aplicar un doble rasero perjudicial en su insistencia en el diálogo y el respeto, afirmando que estos principios se aplican de forma selectiva y que, con frecuencia, no se extienden a los propios católicos fieles.

En una entrevista reciente concedida a Pelican +, y recogida por The Catholic Herald, el purpurado alemán sostuvo que los enfoques actuales han profundizado las divisiones internas en lugar de sanarlas. Según explicó, mientras las autoridades eclesiásticas subrayan constantemente la apertura y el respeto en su relación con movimientos culturales contemporáneos, esa misma actitud no se mantiene de forma coherente con los católicos practicantes, especialmente con aquellos que desean asistir a la Misa tradicional en latín.

«No ha sido algo bueno»

Las declaraciones del cardenal se producen en el contexto del prolongado debate en torno a las restricciones impuestas a la celebración del rito romano tradicional, una decisión que ha afectado a diócesis y comunidades religiosas en todo el mundo. Preguntado directamente por esta política, Müller afirmó que «no ha sido algo bueno» que el papa Francisco haya suprimido el rito tridentino «de manera autoritaria».

El ex prefecto fue más allá y sugirió que la retórica del pontífice ha estigmatizado injustamente a un sector significativo de fieles católicos. Según Müller, el Papa habría causado «daño y una injusticia» al acusar de forma generalizada a quienes aman la forma antigua del rito de estar en contra del Concilio Vaticano II, «sin una distinción justa entre las personas».

El cardenal subrayó que la unidad de la Iglesia no puede sostenerse mediante medidas coercitivas. «No tenemos un sistema de Estado policial en la Iglesia, ni lo necesitamos», afirmó, añadiendo que «el Papa y los obispos deben ser buenos pastores».

El orden revela lo que realmente se cree

Más allá de la cuestión litúrgica, Müller planteó un interrogante más amplio sobre la identidad y la orientación actual de la Iglesia. La forma en que la Iglesia ordena sus prioridades revela lo que cree sobre la verdad, la autoridad y la persona humana, así como si la doctrina es algo que debe vivirse y enseñarse o simplemente gestionarse y relegarse.

Desde esta perspectiva, las tensiones actuales no se reducirían a un conflicto de estilos litúrgicos o personalidades, sino que reflejarían un cambio más profundo en la cultura eclesial, donde la imagen y el gesto tienden a sustituir a la coherencia teológica. En este sentido, el cardenal rechazó que su crítica sea una nostalgia conservadora por el pasado, y la presentó como el diagnóstico de un patrón más profundo.

«Todo el tiempo hablan de diálogo y respeto hacia otras personas», afirmó Müller, añadiendo que «cuando se trata de la agenda homosexual y de la ideología de género, hablan de respeto, pero hacia su propia gente no muestran respeto».

Un compromiso selectivo

El problema, según explicó, no es el compromiso de la Iglesia con el mundo moderno, algo acorde con su naturaleza universal, sino cuando ese compromiso se vuelve performativo, selectivo y desvinculado del centro doctrinal de la fe católica. Esto revelaría, a su juicio, una incapacidad para distinguir entre un apego legítimo a la tradición y una oposición ideológica al Concilio.

El resultado sería una Iglesia cada vez más cómoda con el espectáculo público, los grandes eventos y una comunicación cuidadosamente controlada, pero menos segura ante el trabajo silencioso y constante de la formación doctrinal. Mientras Roma se llena de congresos, conciertos y actos diseñados para proyectar apertura y relevancia, muchos católicos que piden continuidad, doctrina y tradición —señala la fuente— son tratados como un problema a gestionar, en lugar de como miembros plenos de la Iglesia católica.

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