El obispo Athanasius Schneider ha mantenido una audiencia privada con el Papa León XIV, en lo que ha sido el primer encuentro personal entre ambos. Tras la reunión, celebrada el jueves, el prelado expresó públicamente su gratitud al Santo Padre por la oportunidad de dialogar sobre diversas propuestas relativas al bien espiritual de la Iglesia.
En declaraciones exclusivas ofrecidas el 18 de diciembre a Diane Montagne, monseñor Schneider explicó que deseaba mantener la confidencialidad sobre el contenido concreto del encuentro, aunque subrayó el clima de atención y comprensión mostrado por el Pontífice. “Estoy profundamente agradecido al Papa León XIV por concederme una audiencia privada, durante la cual pude compartir varias propuestas orientadas al bien espiritual de la Iglesia. Me impresionaron la atención y la comprensión del Santo Padre”, afirmó.
El obispo auxiliar de Astaná añadió además una invitación a la oración por el nuevo Pontífice, pidiendo que “fortalezca la fe y promueva la justicia y la paz en la vida litúrgica de la Iglesia”.

Un encuentro marcado por una raíz espiritual común
Aunque proceden de contextos muy distintos, el Papa León XIV y monseñor Schneider comparten una herencia espiritual común vinculada a la tradición agustiniana. El Pontífice, primer papa procedente de Estados Unidos, es miembro de la Orden de San Agustín y fue durante dos mandatos su prior general.
Por su parte, monseñor Schneider, que creció en el contexto de la Iglesia clandestina bajo el régimen soviético y actualmente sirve en Kazajistán, pertenece a los Canónigos Regulares de la Santa Cruz de Coímbra, una orden que sigue también la Regla de San Agustín. El obispo obtuvo su doctorado en patrística en el Pontificio Instituto Patrístico Augustinianum de Roma.
Ambos han compartido asimismo experiencias pastorales al servicio de los más pobres en América del Sur: el Papa León XIV durante su etapa misionera en Perú y monseñor Schneider en Brasil.
