La Iglesia celebra el domingo 28 de diciembre de 2025 la Jornada de la Sagrada Familia bajo el lema «Matrimonio, vocación de santidad», la Conferencia Episcopal Española (CEE) lanzó así una llamada explícita a redescubrir el matrimonio cristiano como camino de entrega, misión y fidelidad, en un contexto cultural marcado por la fragilidad de los vínculos familiares.
El matrimonio como llamada concreta de Dios
En su mensaje, los obispos subrayan que toda vocación cristiana es un plan único trazado por Dios, que no se descubre de forma abstracta, sino en la realidad concreta de la vida. En el caso del matrimonio, explican, la llamada no precede al encuentro con la persona amada, sino que nace precisamente de ese encuentro.
Es en el amor hacia una persona concreta donde el hombre y la mujer descubren que Dios los llama a una comunión estable y fecunda, a una entrega total y definitiva. Así, cada historia de amor auténtico puede convertirse en lugar de llamada y de misión, donde los esposos están llamados a ser signo visible del amor fiel y creador de Dios.
La familia, primer ámbito de vocación y evangelización
El mensaje recuerda que la vocación matrimonial no se separa de la experiencia humana del amor, sino que la eleva y plenifica con la gracia del sacramento. Los obispos insisten en que el matrimonio es una verdadera vocación cristiana, germen de la sociedad y base de una Iglesia viva.
En este sentido, evocan la enseñanza constante de la Iglesia sobre la familia como Iglesia doméstica, primer espacio donde se vive y se transmite la fe, y donde el amor se hace visible en la vida cotidiana.
Santidad vivida en la vida conyugal
Lejos de presentar la santidad como algo ajeno a la vida familiar, los obispos recuerdan que la Iglesia propone hoy ejemplos concretos de matrimonios santos, como los padres de santa Teresita del Niño Jesús o la familia Ulma, unidos incluso en el martirio.
El matrimonio —afirman— no es un ideal inalcanzable, sino un camino real de santidad, vivido entre dificultades, sacrificios y pruebas, sostenido por la gracia sacramental y la fidelidad cotidiana.
Una llamada en un contexto de crisis cultural
El mensaje sitúa esta Jornada en un contexto social donde el matrimonio se ve debilitado por el individualismo, la falta de compromiso y las dificultades económicas. Precisamente por eso, los obispos subrayan la necesidad de matrimonios santos, capaces de dar testimonio firme y visible del amor cristiano en medio del mundo.
Invitación final a las familias
En el tiempo de Navidad, los obispos invitan a todas las familias a mirar a la Sagrada Familia de Nazaret como modelo y consuelo, especialmente a aquellas que viven situaciones de dificultad, adversidad o sufrimiento.
La Jornada de la Sagrada Familia se presenta así como una ocasión privilegiada para renovar la vocación matrimonial, fortalecer la vida familiar y redescubrir el matrimonio como camino de santidad y misión en la Iglesia y en la sociedad.