Ambongo cuestiona el acuerdo de paz impulsado por EE. UU. en el Congo

Ambongo cuestiona el acuerdo de paz impulsado por EE. UU. en el Congo

El cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa, ha advertido sobre los límites del acuerdo de paz promovido por Estados Unidos para la República Democrática del Congo, tras el rápido avance de los rebeldes en el este del país apenas días después de su ratificación. Según informó  The Pillar, el purpurado denunció que este tipo de pactos internacionales excluyen al pueblo congoleño y terminan legitimando el expolio sistemático de los recursos del país.

Ambongo se pronunció en estos términos durante una homilía pronunciada el 14 de diciembre, en la que lamentó la ocupación de la ciudad de Uvira por fuerzas rebeldes menos de una semana después de que los presidentes del Congo y de Ruanda sellaran en Washington el llamado Acuerdo de Paz y Prosperidad.

Un acuerdo internacional que deja fuera al pueblo congoleño

A juicio del cardenal, el rápido colapso del pacto deja al descubierto sus debilidades estructurales y la falta de una implicación real de la población directamente afectada por el conflicto. Para Ambongo, estos acuerdos internacionales, promovidos desde el exterior, no abordan las causas profundas de la violencia ni garantizan una paz duradera.

El purpurado cuestionó que se presenten como solución iniciativas que, en la práctica, normalizan el saqueo de los recursos naturales del país y perpetúan una lógica de intereses ajenos al bien común del Congo.

La propuesta de la Iglesia: un pacto social por la paz

Frente a esta situación, Ambongo defendió una propuesta alternativa de paz impulsada conjuntamente por la Conferencia Episcopal congoleña y la Iglesia de Cristo en el Congo, que agrupa a 62 denominaciones protestantes. Esta iniciativa, denominada Pacto Social por la Paz y el Buen Vivir en la RDC y la región de los Grandes Lagos, apuesta por un proceso inclusivo que afronte las raíces del conflicto.

En sintonía con el reciente llamamiento del Papa León XIV a una “paz desarmada y desarmante”, el arzobispo sostuvo que solo un camino que rechace la represalia, la exclusión y el triunfalismo efímero puede conducir a una paz auténtica, basada en la restauración de la verdad, la justicia y la dignidad de cada persona.

Advertencias ignoradas y vidas que pudieron salvarse

El cardenal lamentó que numerosas vidas podrían haberse salvado si se hubieran atendido antes las advertencias formuladas por líderes católicos y protestantes, especialmente tras la toma de Bunagana en 2022 por el grupo rebelde M23, uno de los episodios que marcaron la escalada del conflicto.

Ambongo condenó con firmeza a quienes siguen considerando la guerra como una solución, subrayando el elevado precio humano pagado por años de enfrentamientos armados.

Un conflicto enquistado desde hace décadas

La homilía fue pronunciada en la catedral de Nuestra Señora del Congo, en Kinshasa, tras la asamblea plenaria de la Asociación de Conferencias Episcopales de África Central, que reúne a obispos de Burundi, Ruanda y la República Democrática del Congo.

El conflicto en el este del país, de larga duración y con dimensión regional desde el genocidio de Ruanda de 1994, sigue golpeando a una nación de más de 112 millones de habitantes, aproximadamente la mitad de ellos católicos.

La Iglesia, signo de esperanza en medio de la violencia

Pese a la inestabilidad, la vida eclesial comienza a reanudarse en algunas zonas. En Uvira, recientemente ocupada por fuerzas rebeldes, el obispo local celebró el domingo Gaudete una Misa con jóvenes en la catedral de San Pablo, como signo de esperanza y de presencia pastoral de la Iglesia en medio de la violencia.

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