Pizzaballa pide centrar la atención internacional en los cristianos de Tierra Santa

Pizzaballa pide centrar la atención internacional en los cristianos de Tierra Santa

El cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, llamó a la comunidad internacional a no apartar la atención de la situación de los cristianos en Tierra Santa, afectados de forma directa por las consecuencias del conflicto entre Israel y Hamás. Así lo afirmó en una entrevista concedida a EWTN News, publicada por National Catholic Register, durante una visita a la archidiócesis de Detroit entre el 4 y el 7 de diciembre.

El patriarca subrayó que, pese al alto el fuego iniciado el pasado 10 de octubre, la vida cotidiana de los cristianos en Gaza, Cisjordania e Israel continúa marcada por la inseguridad, la precariedad económica y la incertidumbre sobre el futuro.

Una comunidad cristiana golpeada por la guerra

Pizzaballa recordó que su jurisdicción pastoral incluye aproximadamente 190.000 cristianos en Israel, 45.000 en Cisjordania y unos 500 en Gaza. En esta última zona, señaló que más del 80 % de las viviendas han sido destruidas desde el inicio de la guerra y que la pequeña comunidad cristiana vinculada a la parroquia de la Sagrada Familia enfrenta serias dificultades para acceder a alimentos, medicamentos, educación y alojamiento.

En Cisjordania, incluida Belén, la situación tampoco es favorable. El cardenal explicó que el colapso del turismo y la suspensión de los permisos de trabajo en Israel han eliminado las principales fuentes de ingresos de muchas familias cristianas palestinas, generando una grave crisis económica.

Además, advirtió sobre el aumento de la tensión entre israelíes y palestinos en esta región, con episodios de violencia que han afectado también a comunidades cristianas. «La situación es muy problemática y caótica», afirmó, subrayando el temor generalizado ante la falta de claridad sobre el final del conflicto y los procesos de reconstrucción.

El alto el fuego como única alternativa

Aunque reconoció las limitaciones del actual alto el fuego, impulsado con mediación de Estados Unidos, el patriarca latino de Jerusalén sostuvo que no existe una alternativa viable. «No tenemos otras opciones», afirmó, advirtiendo que una reanudación de las hostilidades agravaría aún más la situación humanitaria.

Consultado sobre las acusaciones de genocidio formuladas por algunos sectores contra Israel, Pizzaballa evitó emplear ese término, pero señaló la necesidad de evaluar los hechos con pruebas y dentro de su contexto. Al mismo tiempo, rechazó la utilización de argumentos religiosos para justificar decisiones políticas y subrayó la importancia de distinguir entre la crítica a las políticas del gobierno israelí y la relación con el pueblo judío.

El cardenal condenó el antisemitismo, reafirmó el derecho del Estado de Israel a existir y defendió un análisis prudente de la situación.

Llamado a las peregrinaciones y a una paz duradera

Pizzaballa insistió en la importancia de reanudar las peregrinaciones cristianas a Tierra Santa, no solo por su valor espiritual, sino también por su impacto directo en el sustento de las familias cristianas locales.

En línea con los recientes llamamientos del Papa León XIV, el patriarca reiteró que una paz duradera en la región pasa por el reconocimiento del derecho del pueblo palestino a su tierra y a la autodeterminación. No obstante, expresó reservas sobre la capacidad del liderazgo político actual para alcanzar una solución estable.

A pesar de ello, afirmó encontrar motivos de esperanza en el testimonio cotidiano de sacerdotes, religiosos y laicos cristianos que, incluso en medio del conflicto, continúan sirviendo a sus comunidades.

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