El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó un mensaje oficial con motivo de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, en el que reconoció públicamente a la Virgen María como figura decisiva de la fe cristiana y subrayó su relevancia tanto espiritual como histórica en la vida nacional. El mandatario recordó que millones de estadounidenses celebran este día como una fiesta sagrada que ensalza la humildad, la fe y el amor de la Madre de Dios.
“Salve, llena de gracia”: el anuncio que cambió la historia humana
El presidente explicó que la fiesta de la Inmaculada celebra la convicción católica de que María fue preservada del pecado original desde el primer instante de su existencia. Recordó el momento bíblico en que el ángel Gabriel se presentó ante la joven de Nazaret con un mensaje que marcaría la historia:
“¡Alégrate, llena de gracia! El Señor está contigo… Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.”
Destacó que María respondió con uno de los actos más decisivos de la humanidad:
“He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra.”
Esa aceptación libre —señaló— cambió el rumbo del mundo. Nueve meses después, nacería Jesucristo, quien ofrecería su vida en la cruz por la salvación universal.
María en los orígenes de Estados Unidos
El mensaje recordó que, desde los primeros años de la nación, María ha tenido un papel particular en la historia religiosa estadounidense. En 1792, el primer obispo del país, John Carroll, consagró la joven nación a la Madre de Cristo.
Años más tarde, en la Batalla de Nueva Orleans, los católicos atribuyeron la inesperada victoria del general Andrew Jackson sobre las fuerzas británicas a la intercesión de la Virgen. Desde entonces, cada 8 de enero se celebra en Nueva Orleans una Misa de acción de gracias que recuerda aquel acontecimiento.
El presidente también subrayó la devoción mariana de grandes figuras estadounidenses, como Santa Isabel Ana Seton, Santa Francisca Javier Cabrini y el venerable Fulton Sheen, quienes, con profunda religiosidad, influyeron decisivamente en el panorama espiritual del país.
Huella cultural: basílicas, universidades e himnos
El mensaje recordó que la imponente Basílica Nacional de la Inmaculada Concepción, en Washington D. C., es la iglesia más grande de Norteamérica dedicada a la Virgen. Además, cerca de cincuenta universidades y colegios estadounidenses llevan su nombre, signo de la profunda raigambre mariana en la cultura del país.
También destacó la popularidad del himno “Ave María”, que ha sido, durante generaciones, una llamada a la oración y al consuelo para millones de ciudadanos.
A pocos días de la fiesta de la Virgen de Guadalupe, el presidente recordó además la gran devoción mariana compartida con México, donde se encuentra la célebre basílica dedicada a la Patrona de las Américas.
María, modelo de paz ante los conflictos del mundo
El mensaje recordó que, en tiempos de la Primera Guerra Mundial, el papa Benedicto XV dedicó una estatua monumental de María Reina de la Paz, representada con el Niño Jesús y un ramo de olivo, para animar a los fieles a rezar por el fin del conflicto. Meses después, el enfrentamiento llegó a su fin.
Hoy —afirmó el presidente— la humanidad vuelve a mirar a María buscando inspiración para poner fin a las guerras y alcanzar una paz duradera, especialmente en Europa y en las regiones más castigadas por la violencia.
El mensaje concluyó citando el rezo del Ave María.
