El presidente de la Comisión de Estudio sobre el Diaconato Femenino, el cardenal Giuseppe Petrocchi, envió al papa León XIV una amplia síntesis de los trabajos realizados por las distintas comisiones creadas para estudiar la posibilidad de admitir a mujeres al diaconato. El informe, fechado el 18 de septiembre de 2025, confirma que no existe un consenso teológico, histórico ni pastoral que permita justificar la ordenación diaconal de mujeres y subraya que la Tradición de la Iglesia permanece esencialmente contraria a esta posibilidad.
Las conclusiones históricas: un “diaconato” femenino sin carácter sacramental
Petrocchi recuerda que, según los estudios históricos revisados por las Comisiones, en la Iglesia antigua existieron mujeres llamadas “diaconisas”, pero no ejercían un ministerio equivalente al diaconado masculino, ni éste tenía carácter sacramental ni se situaba en la línea de la sucesión apostólica. El análisis conjunto de las fuentes muestra que se trataba de un ministerio sui generis, surgido en contextos culturales con fuerte separación entre hombres y mujeres.
El cardenal señala que la historia, por sí sola, no puede resolver el debate, puesto que la cuestión debe decidirse en el plano doctrinal, como recordaba Benedicto XVI.
Votaciones internas: unanimidad en las dudas doctrinales y división sobre la ordenación
El documento detalla los resultados de las votaciones de las dos primeras sesiones (2021 y 2022). Todas las comisiones coincidieron en afirmar que existen serios interrogantes doctrinales sobre la compatibilidad del diaconado femenino con la teología del Orden sagrado. Asimismo, hubo acuerdo unánime en explorar nuevos ministerios laicales para reconocer el servicio de las mujeres sin alterar el sacramento del Orden.
Sin embargo, las posturas sobre la posibilidad de instituir un diaconado femenino como tercer grado del Orden quedaron divididas: unos miembros lo rechazaron; otros consideraron que, por ahora, no se dan las condiciones teológicas; y un grupo minoritario se mostró favorable.
En 2022, la Comisión aprobó por amplia mayoría una tesis que sostiene que, según la Escritura, la Tradición y el Magisterio, no es posible admitir a mujeres al diaconado sacramental, aunque no se pueda emitir un juicio tan definitivo como en el caso del sacerdocio.
Aportes externos y falta de consenso en el Sínodo
En la última sesión (2025), los miembros examinaron abundante documentación enviada tras la fase sinodal. Aunque el material es extenso, sólo proviene de 22 remitentes y, por tanto, no representa al Pueblo de Dios. El propio Sínodo mostró un profundo desacuerdo: la proposición sobre estudiar el diaconado femenino fue la más rechazada, con 97 votos en contra.
Petrocchi advierte que muchos argumentos favorables al diaconado femenino se basan en corrientes de antropología teológica rupturista, que entran en tensión con la Tradición católica y ortodoxa. En algunos casos, las peticiones reclamaban incluso la apertura del presbiterado y el episcopado para las mujeres.
Una discusión dividida: dos enfoques teológicos irreconciliables
El cardenal identifica dos líneas opuestas dentro del debate: una que subraya que el diaconado es “ad ministerium”, y otra que afirma la unidad del Orden sagrado y su significado esponsal. Una tesis que afirma la masculinidad de Cristo como esencial para la identidad sacramental generó división exacta: cinco votos a favor y cinco en contra.
Prudencia doctrinal y mayor participación femenina mediante ministerios laicales
Ante la falta de claridad doctrinal y la dispersión de criterios, Petrocchi recomienda mantener una postura prudente y continuar profundizando en la identidad sacramental del diaconato. Las comisiones coinciden en la necesidad de ampliar los espacios de corresponsabilidad femenina en la Iglesia mediante nuevos ministerios instituidos, reconociendo la “diaconía bautismal” y la dimensión mariana como fundamento de todo servicio eclesial.
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