El profesor irlandés Enoch Burke permanecerá en prisión durante la Navidad después de que el Tribunal Superior le advirtiera que no será liberado mientras no se comprometa formalmente a no entrar en el colegio donde trabajaba, el Wilson’s Hospital School. Burke fue devuelto a la cárcel hace dos semanas por desacato, tras continuar presentándose en el centro escolar pese a una orden judicial que le prohibía entrar en la propiedad.
Durante la audiencia, el juez Brian Cregan acusó a Burke y a su familia de llevar a cabo “el ataque más deliberado, sostenido y concertado contra la autoridad de los tribunales civiles y el Estado de derecho en los últimos tiempos”.
Un conflicto que comenzó en 2022 por negarse a usar pronombres “they/them”
El caso, que ha polarizado al país, se remonta a agosto de 2022, cuando Burke se negó a obedecer la instrucción de su directora de usar un nuevo nombre y pronombres “they/them” para un alumno. Burke sostiene que cumplir esa orden implicaría “decir una mentira” y violar su conciencia cristiana. Desde entonces, el profesor ha pasado más de 500 días en prisión, acumulados en distintos períodos de desacato.
Las autoridades judiciales solían liberarlo temporalmente durante las vacaciones escolares, pero el profesor regresaba al colegio en cuanto se reanudaban las clases, provocando nuevas órdenes de arresto. Según explicó el juez, ni las multas ni la contratación de vigilantes de seguridad han logrado impedir que Burke vuelva al centro.
El juez le niega cualquier liberación especial: “No habrá trato preferencial”
En la audiencia más reciente, Burke volvió a rechazar ofrecer garantías de que cumpliría la orden judicial si quedaba en libertad. Aseguró que respeta la ley, pero que “no está en desacato”, y acusó al tribunal de pretender obligarle a faltar a la verdad.
El juez Cregan fue tajante: el profesor no será liberado en Navidad, ni en Pascua, ni en verano, y únicamente recuperará la libertad cuando acepte mantenerse alejado del colegio. “Es usted un infractor en flagrante desacato —le dijo— y no habrá trato preferente para usted”.
Burke respondió que nunca pidió un favor ni un “regalo de Navidad”, sino “verdad”. En un momento llegó a afirmar que “hablaba en nombre del pueblo de Irlanda”, a lo que el juez le recordó: “Usted no es un representante elegido”.
La familia Burke también podría enfrentarse a cargos por desacato penal
El tribunal informó además de que el fiscal general estudia la posibilidad de iniciar procedimientos por desacato penal contra el propio Burke, su hermano Isaac, su madre Martina y su hermana Ammi, debido a su conducta durante varias vistas judiciales.
El juez también impuso a Burke el pago de las costas del proceso, incluyendo las del colegio, del Departamento de Educación y del interventor designado sobre su cuenta bancaria.
Apelaciones y nuevas batallas legales por delante
El conflicto disciplinario de fondo tampoco está cerrado. El Departamento de Educación ha convocado una Comisión de Apelación Disciplinaria para el 13 de diciembre, donde se evaluará el recurso presentado por Burke contra su despido. Sin embargo, el profesor insiste en que ese proceso debe aplazarse hasta que presente una nueva apelación ante el Tribunal Supremo, alegando que dos sentencias previas de la Corte de Apelación contienen “conclusiones diametralmente opuestas” sobre el motivo real de su sanción.
Burke asegura que una sentencia confirmó que no fue castigado por sus creencias respecto al transgenerismo, mientras que otra reconoce que sus objeciones al uso de pronombres sí influyeron en su procedimiento disciplinario. El profesor ha escrito al Tribunal de Apelación y anunció que elevará el caso al Supremo.
Choques verbales y tensión en la sala: el juez lo acusa de “vivir en un mundo de fantasía”
Durante la audiencia, Burke también objetó que el juez lo describiera la semana pasada como “una presencia malévola… un intruso que acecha al colegio, a sus profesores y a sus alumnos”. Presentó incluso definiciones impresas de los términos “baleful” y “malign”.
El juez Cregan lo desestimó con dureza, afirmando que el profesor “no gana puntos” por no haber ejercido violencia física y que su definición provenía de “Google”, no del Oxford English Dictionary. Añadió que el profesor era “un intruso” y lo comparó con “Hamlet acechando Elsinor”, acusándolo de “vivir en un mundo de fantasía”.
Burke replicó acusando al juez de “desinformación”, a lo que el magistrado respondió que ha habido “una avalancha de mentiras y desinformación” por parte del profesor y su familia sobre los motivos de su encarcelamiento. La resolución definitiva sobre la solicitud de Burke será comunicada más adelante.
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