La basílica catedral de Santa María, situada en Ernakulam, en el estado de Kerala (sur de la India), ha reanudado la celebración pública de la Santa Qurbana —la liturgia eucarística propia de la Iglesia siro-malabar— después de tres años de suspensión. La reapertura, ocurrida el 1 de diciembre, pone fin a un periodo marcado por uno de los conflictos litúrgicos más graves que ha enfrentado esta Iglesia oriental católica en plena comunión con Roma.
Según informa The Pillar, desde diciembre de 2022, la basílica permanecía prácticamente paralizada debido a la confrontación entre dos sectores: los partidarios de la nueva “liturgia uniforme” aprobada por el Sínodo siro-malabar y los defensores de continuar celebrando con el sacerdote de frente al pueblo (versus populum), práctica arraigada durante décadas en la archieparquía de Ernakulam–Angamaly. La disputa llegó a generar disturbios dentro del templo, enfrentamientos físicos, intervención policial y un prolongado cierre que obligó a muchos fieles a rezar durante días ante las puertas bloqueadas.
El regreso de la Santa Qurbana bajo supervisión judicial
El administrador de la basílica, el padre Thomas Mangatt, celebró la Santa Qurbana a las seis de la tarde del 1 de diciembre después de que el Tribunal Superior de Kerala autorizara que la policía garantizara el orden. La medida fue considerada necesaria ante el temor de nuevas protestas dentro del templo, que en el pasado habían impedido el normal desarrollo de las celebraciones.
La liturgia se celebró versus populum, modalidad preferida por la mayoría de los sacerdotes y fieles de la región. Este gesto tuvo un fuerte peso simbólico, pues muestra la voluntad de respetar la sensibilidad pastoral local sin renunciar al diálogo con la jerarquía siro-malabar, que desde 2021 impulsa la adopción de un rito uniforme en todas las eparquías del país.
La liturgia uniforme: el origen de una fractura profunda
El conflicto que desembocó en el cierre de la basílica no surgió de un día para otro. En 2021, el Sínodo de la Iglesia siro-malabar —la autoridad suprema de esta Iglesia oriental católica— aprobó la introducción de una liturgia uniforme. Este rito establece que el sacerdote mire al pueblo durante la Liturgia de la Palabra, se vuelva hacia el altar (ad orientem) durante la Liturgia eucarística y vuelva a mirar a la asamblea después de la Comunión. La propuesta buscaba unificar prácticas dispersas y preservar elementos de la tradición oriental, pero en Ernakulam–Angamaly provocó una fuerte resistencia por parte de los sacerdotes y fieles, que consideraron ilógico abandonar un modo de celebrar que llevaba décadas en uso.
La insistencia en imponer el nuevo rito derivó en episodios de tensión cada vez más intensos. En 2022, durante varios intentos de aplicar la liturgia uniforme, grupos de manifestantes bloquearon accesos, ocuparon el templo y protagonizaron enfrentamientos que obligaron a la policía a intervenir dentro del santuario. En uno de los incidentes más graves, los fieles empujaron un altar portátil utilizado por san Juan Pablo II en su visita a India en 1986, provocando el derribo de objetos sagrados. La situación se volvió insostenible y las autoridades eclesiásticas suspendieron indefinidamente las liturgias públicas.
Años de cierres, reaperturas fallidas y negociaciones tensas
Después del cierre inicial, se intentó reabrir la basílica en junio de 2023, pero el acuerdo se rompió casi de inmediato. Hubo que esperar hasta marzo de 2024 para que un tribunal ordenara permitir nuevamente el acceso de los fieles al templo. Aun así, la Santa Qurbana no podía celebrarse públicamente, y las actividades se limitaron al rezo del rosario, el vía crucis y las confesiones. La situación evidenciaba que la raíz del conflicto seguía sin resolverse.
En 2025 se intensificaron las negociaciones entre representantes del clero local y los obispos siro-malabares. La presión pastoral era enorme: la archieparquía más grande de la Iglesia siro-malabar llevaba años dividida, el templo principal estaba sin liturgias públicas y el escándalo había adquirido repercusión internacional. Finalmente, en junio de 2025 se alcanzó un compromiso que permitió avanzar hacia la normalización.
El acuerdo de 2025: un camino intermedio para recuperar la paz
El pacto al que se llegó estableció que los sacerdotes de la archieparquía podrían seguir celebrando la Santa Qurbana versus populum, como se venía haciendo, siempre que cada parroquia ofreciera al menos una celebración dominical según la liturgia uniforme. Este acuerdo, aunque imperfecto para algunas partes, abrió la puerta a la reapertura total del templo y permitió al mismo tiempo salvaguardar la unidad de la Iglesia siro-malabar y respetar la realidad pastoral local.
En la basílica de Santa María, la aplicación del acuerdo significa que todos los domingos se celebrará una liturgia en el modo uniforme, mientras que las demás podrán continuar según la forma preferida por la comunidad. La reapertura coincide además con el inicio del nuevo año litúrgico, un gesto que muchos fieles interpretan como una oportunidad para dejar atrás años de división.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
