La Archidiócesis de Detroit recibirá del 4 al 7 de diciembre al cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, en una visita pastoral destinada a poner en primer plano la dramática situación de los cristianos en Tierra Santa. Según explicó el vicecanciller de la archidiócesis, P. Adam Nowak, la invitación surgió tras consultar a las comunidades árabes católicas de la zona, que expresaron su deseo de escuchar directamente la voz del patriarca.
Los organizadores subrayan que el objetivo de la visita es profundamente pastoral: “mostrar cercanía espiritual y solidaridad con nuestros hermanos cristianos que sufren en la Tierra Santa”, señaló Nowak en declaraciones a CNA. En un contexto marcado por la violencia, la inestabilidad y el éxodo continuado de cristianos en Oriente Medio, la presencia de Pizzaballa pretende ofrecer testimonio y recordar que la Iglesia en Tierra Santa sigue viva, aunque duramente golpeada.
Encuentros, oración y recaudación de fondos para sostener a los cristianos de la región
El punto central de la visita será la cena benéfica del 5 de diciembre, organizada por el arzobispo de Detroit, mons. Edward Weisenburger, para apoyar al Patriarcado Latino de Jerusalén y sus proyectos de ayuda pastoral y humanitaria. El patriarcado tiene jurisdicción sobre católicos de rito latino y melquita en Israel, Palestina, Jordania y Chipre, territorios donde las comunidades cristianas se enfrentan a grandes dificultades.
Weisenburger señaló que los cristianos de Tierra Santa “mantienen y protegen con heroísmo los lugares santos que son sagrados para todos nosotros”, y recordó que necesitan el apoyo material y espiritual de la Iglesia universal para sostener su fe en medio de la adversidad.
Detroit: una comunidad con raíces profundas en Oriente Medio
El sureste de Michigan acoge una de las comunidades católicas de Oriente Medio más vibrantes de Estados Unidos, con presencia destacada de fieles caldeos, maronitas y melquitas. Muchos de ellos han experimentado en primera persona la guerra, la persecución religiosa y la precariedad. Por ello, la visita del patriarca tiene una importancia especial para quienes conservan fuertes vínculos con Irak, Siria, Líbano o Palestina.
El cardenal Pizzaballa iniciará su visita el 4 de diciembre en un acto de recaudación organizado por la Eparquía Caldea de San Tomás Apóstol. El padre Marcus Shammami indicó que el obispo caldeo, mons. Francis Y. Kalabat, quiere aprovechar esta ocasión para hacer visible la presencia cristiana en Oriente Medio: “Muchos en el mundo olvidan que todavía hay cristianos allí”, afirmó.
Para la comunidad caldea, mayoritariamente compuesta por familias que huyeron del conflicto iraquí, el mensaje del patriarca es especialmente significativo. Shammami recordó que “el mundo permaneció en silencio durante nuestros años de sufrimiento en Irak”. Y advirtió: “Queremos asegurarnos de que no vuelva a ocurrir”. Aunque el gobierno iraquí reconoce formalmente la libertad religiosa, impone limitaciones prácticas a las comunidades cristianas. Por ello, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional mantiene a Irak en su lista de vigilancia especial.
Una visita para fortalecer la esperanza y mantener viva la presencia cristiana
Durante su estancia en Detroit, el cardenal Pizzaballa participará en encuentros de oración, reuniones con fieles y actividades de sensibilización sobre la situación en Tierra Santa. El domingo 7 de diciembre celebrará una misa en la Basílica Santuario Nacional de la Pequeña Flor (Little Flower) en Royal Oak, uno de los templos más emblemáticos de la región.
La visita del patriarca busca no solo recaudar fondos, sino también crear conciencia sobre el riesgo de desaparición de las comunidades cristianas en los lugares donde nació y vivió Jesucristo. Una realidad que, aunque a menudo silenciada, exige una respuesta firme y un apoyo continuado por parte del mundo católico.
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