Grzegorz Ryś: trayectoria y formación del nuevo arzobispo de Cracovia

Grzegorz Ryś: trayectoria y formación del nuevo arzobispo de Cracovia

Grzegorz Wojciech Ryś nació el 9 de febrero de 1964 en Cracovia, Polonia. Entre 1982 y 1988 cursó sus estudios en la Facultad de Teología y en la Facultad de Historia de la Iglesia de la entonces Pontificia Academia de Teología de Cracovia, a la vez que completaba su formación en el Seminario Mayor de la arquidiócesis de Cracovia.

En 1994 obtuvo el doctorado en teología con una tesis sobre la piedad popular medieval en Polonia; más tarde, en 2000, alcanzó la habilitación (título posdoctoral) en historia con una investigación centrada en el teólogo checo Jan Hus y las crisis eclesiales del pasado.

Este trasfondo académico e histórico le ha dado una formación que combina el conocimiento profundo de la tradición eclesial y cultural polaca con una rigurosa formación teológica-histórica.

Ministerio sacerdotal y primeros cargos

Ryś fue ordenado sacerdote el 22 de mayo de 1988 en la catedral de Wawel (Cracovia), bajo la imposición de manos del cardenal-arzobispo Franciszek Macharski. Se incardinó en la arquidiócesis de Cracovia.

Sus primeros años de ministerio los dedicó al servicio parroquial —entre 1988 y 1989 fue vicario en la parroquia de Santos Margarita y Catalina en Kęty—, aunque rápidamente su perfil eclesiástico se orientó hacia la formación, la historia y la administración.

Entre 2004 y 2007 dirigió los archivos del Capítulo Metropolitano de Cracovia, vinculados al Instituto de Historia de la Universidad Pontificia Juan Pablo II. Más tarde, entre 2007 y 2011, fue rector del Seminario Mayor de la arquidiócesis de Cracovia; en 2010-2011 presidió la Conferencia de Rectores de Seminarios Teológicos en Polonia.

Durante ese periodo colaboró en la comisión histórica del proceso de beatificación de Juan Pablo II, una responsabilidad significativa dada la enorme repercusión que ese proceso ha tenido en la Iglesia polaca.

Epíscopado: cargos y responsabilidades

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El 16 de julio de 2011 fue nombrado por Benedicto XVI obispo auxiliar de Cracovia y obispo titular de Arcavica, siendo consagrado el 28 de septiembre de ese año por el cardenal Stanisław Dziwisz. Su lema episcopal es Virtus in infirmitate (Poder en la debilidad).

El 14 de septiembre de 2017, el papa Francisco lo nombró arzobispo metropolitano de Łódź, en el centro de Polonia. Fue instalado oficialmente el 4 de noviembre de 2017. Al año siguiente, el 29 de junio de 2018, recibió el palio metropolitan en Roma, símbolo de unidad con la Sede Apostólica.

Como arzobispo de Łódź, impulsó reformas pastorales: convocó el cuarto sínodo de la arquidiócesis, promovió la institución del diaconado permanente, y fundó para la nueva evangelización un seminario misionero internacional del Camino Neocatecumenal.

Entre 2020 y 2021 asumió además el cargo de administrador apostólico de la diócesis de Kalisz, tras la renuncia de su obispo por graves denuncias, encargándose de la administración durante el período de transición.

El 30 de septiembre de 2023, Francisco lo elevó al cardinalato; se le asignó el título de cardenal-presbítero de la iglesia romana de Santi Cirillo y Metodio. Ese año también fue nombrado miembro del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y del Dicasterio para los Obispos.

Finalmente —y de acuerdo a los recientes nombramientos del Vaticano— el 26 de noviembre de 2025 fue designado arzobispo metropolitano de Cracovia, para suceder al hasta ahora pastor de esa histórica sede, mons. Marek Jędraszewski.

Perfil pastoral, intelectual y líneas de acción

Ryś es considerado tanto un profesor e historiador de la Iglesia como un pastor centrado en la evangelización, diálogo y formación. Su obra académica combina historia de la Iglesia, espiritualidad y reflexión teológica sobre la fe en la Polonia contemporánea.

Durante su gobierno en Łódź promovió la llamada nueva evangelización, con especial atención al mundo juvenil. Organizó retiros y eventos masivos para jóvenes, como lo demuestra su iniciativa Arena de la Juventud, y buscó acercar la fe a nuevas generaciones en un contexto de creciente secularización.

En cuanto a doctrina moral, mantuvo una fidelidad a la enseñanza de la Iglesia. Al mismo tiempo, ha abogado por una atención pastoral enfocada en la persona concreta, incluso frente a situaciones difíciles o controvertidas. Por ejemplo, en declaraciones públicas ha pedido que los sacerdotes acompañen a personas LGTB respetando la doctrina, pero con sensibilidad pastoral.

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En materia litúrgica, su perfil suele describirse como centrista: no se le identifica con un tradicionalismo litúrgico cerrado, pero durante su mandato permitió la continuidad de celebraciones de la Misa en latín en su archidiócesis, incluso tras la publicación del motu proprio Traditionis custodes.

Al mismo tiempo, su estilo pastoral y comunicativo —frecuente cercanía con los fieles, uso de medios contemporáneos, lenguaje accesible— le ha ganado tanto el reconocimiento de quienes valoran un perfil más abierto y dialogante, como la desconfianza de quienes prefieren una Iglesia de perfil más conservador.

Como miembro del Dicasterio para los Obispos, su influencia alcanza a la selección de nuevos obispos en Polonia, lo que para algunos analistas representa una posibilidad de renovación eclesial moderada, aunque con un fundamento doctrinal claro.