P. Francisco José Delgado: «No tenemos miedo sino a ofender a Dios»

P. Francisco José Delgado: «No tenemos miedo sino a ofender a Dios»

Tras más de un año de censura y prohibiciones, el canal La Sacristía de La Vendée ha regresado a YouTube este 6 de noviembre, fecha elegida no por casualidad: coincidía con la memoria litúrgica de los mártires de la persecución religiosa en España. En una breve entrevista con InfoVaticana, su fundador, el padre Francisco José Delgado, explica las razones de este retorno, el sentido del lema “Canes debent latrare” —“los perros deben ladrar”— y el espíritu con el que el equipo vuelve a ponerse ante las cámaras: sin miedo, con fidelidad a la verdad y con el deseo de servir a la Iglesia desde la cruz.

¿Qué los llevó a decidir el regreso del canal en este momento y por qué eligieron el 6 de noviembre para su reaparición?

Voy a dividir mi respuesta en dos partes. La primera sería el motivo para decidir el regreso del canal. Eso supone ya una primera cuestión, porque mucha gente pensaría que después de lo que hemos pasado, y particularmente yo en cuanto a mi juicio canónico, quizá no es buena idea volver a lo mismo que ha sido causa de nuestros problemas. Pero ése es precisamente el espíritu que anima La Sacristía de La Vendée, negarnos a tener miedo a nada que no sea ofender o apartarnos de Dios. Es muy posible que regresar como si nada hubiera pasado (y por eso quise comenzar con el legendario “decíamos ayer” de Fray Luis de León) nos vuelva a traer consecuencias negativas para nuestra vida o nuestra fama. Pero si renunciáramos a eso, por miedo, entonces el temor más profundo es que se cumpla lo que avisa San Pablo a su discípulo Timoteo: Si negamos a Cristo, «él también nos negará.

En cuanto a la fecha, la cosa es muy fácil: el día 5 de mayo recibí una prórroga de la prohibición a la que me sometió (yo creo que de modo abusivo) mi Arzobispo, apartándome durante seis meses más de los medios de comunicación tras un año previo silenciado por el mismo motivo. Al publicarse la sentencia absolutoria de mi proceso canónico, el 28 de julio, él se negó a levantarme la prohibición, como habría sido esperable. Por tanto, tuve que cumplir hasta el último día esto que ahora era evidentemente una pena injusta. Siendo el 6 el jueves siguiente al cumplimiento del plazo, y como nuestras tertulias solían ser los jueves, decidimos que ése fuera el día del regreso. Además, ese día se celebra la memoria litúrgica de los mártires de la persecución religiosa realizada por los rojos en España, así que era una fecha muy apropiada.

El lema “Canes debent latrare”, publicado en X, ha llamado la atención. ¿Qué significa en este contexto?

Como se sabe, esa frase tiene detrás una anécdota narrada por el gran historiador Ricardo de la Cierva, que cuenta que el Papa San Juan Pablo II le hizo llegar una nota con esas palabras a través del Cardenal Augusto Vargas Alzamora. La frase se traduce “los perros deben ladrar” en el sentido de que si uno tiene perros guardando una propiedad, deben ladrar para señalar y ahuyentar a los malhechores. Con eso se aludía al deber del historiador de decir la verdad advirtiendo de los ataques de los malhechores a la Iglesia de Cristo. Nosotros queremos mantener esa intención, con un espíritu de denuncia ante los que quieren dañar a la Iglesia, tanto desde fuera como desde dentro.

Vemos en el video en el que anuncian su regreso a un sacerdote saliendo de las alcantarillas del Vaticano, ¿cómo definirían el espíritu con el que regresan a YouTube?

Esa imagen es una alegoría en clave de humor que quiere representar el año y medio de ocultamiento que he tenido que sufrir y, conmigo, el canal de YouTube. En España nos acordamos de un anuncio simpático del Atlético de Madrid cuando subieron a Primera División después de un año en Segunda, aunque fuera de España es muy posible que no se entienda la referencia. La idea que quería mostrar es que, a pesar de haber soportado este tiempo largo de persecución, surgimos otra vez con firmeza y decisión para seguir inspirando en nuestros seguidores esperanza, fidelidad y amor a la Iglesia de Cristo. Ése es nuestro espíritu.

Puede hablarnos un poco de la censura, ¿cómo lo han enfrentado? y ¿qué aprendizajes o reflexiones surgieron dentro del equipo en este tiempo de silencio?

Bueno, como pasa con las crisis, esto ha sido un tiempo de purificación y de replanteamiento. Lo que pasa es que, a pesar de que los que han organizado la persecución pretendían que nos “moderáramos”, lo que, al menos a mí, me han causado es estar mucho más decidido de seguir en lo que claramente es el camino correcto. Si hubiéramos hecho algún mal en este tiempo no habrían tenido que inventar acusaciones que se han demostrado falsas en un juicio con todas las garantías. Además, pienso que este sufrimiento forma parte de la misma tarea pastoral que supone nuestro canal, porque todas las obras de un cristiano deben estar marcadas por el signo de la Cruz, y de la Cruz consiguen su fecundidad y su fuerza. Si nuestra obra fuera una obra meramente mundana, no se nos habría ofrecido la posibilidad de participar, aunque sea este poquito, en los sufrimientos de Cristo. A la vez esto manifiesta que los frutos de conversión y de fe que se han conseguido, que son muchísimos, no han dependido de nuestras capacidades humanas, sino de la acción del Espíritu Santo.

¿Qué pueden esperar los seguidores en esta nueva etapa del programa?

Pueden esperar más de lo mismo, porque la fe no cambia y eso es lo que podemos ofrecer. Las formas variarán en función de los que participen en los programas, porque eso es lo más específico de lo que hacemos, que siendo sobre todo tertulias cada episodio es diferente.

Al margen de esto, intentaremos ofrecer más espacios que complementen lo principal, que es la tertulia sacerdotal contrarrevolucionaria: entrevistas, comentarios de opinión, formación, etc.

¿Qué mensaje final quieren dirigir a sus oyentes en este regreso?

El mensaje fundamental es de agradecimiento. No nos han abandonado incluso cuando parecía que todo el mundo se ponía contra nosotros. Yo particularmente he sentido la fuerza de la oración y la cercanía de todos. Les pido que sigan orando por nosotros, por la fidelidad de todos los sacerdotes y por los frutos espirituales de ésta y de otras iniciativas de evangelización y de testimonio católico.

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