La Iglesia en Italia ha dado un paso que muchos ya consideran arriesgado. Con 781 votos a favor y 28 en contra, la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) aprobó el documento final de su camino sinodal, titulado “Fermento de paz y esperanza”. Según un análisis publicado por el National Catholic Register (NCR), el texto —lejos de cerrar el proceso— abre una nueva etapa de tensiones entre quienes buscan “una renovación pastoral” y quienes defienden la fidelidad al Magisterio.
Un texto que introduce demandas del mundo en el lenguaje de la Iglesia
El documento sinodal no se limita a cuestiones pastorales. Según detalla el NCR, insta a los obispos italianos a respaldar protestas contra la “homofobia” y la “transfobia” y propone estudiar la posibilidad del diaconado femenino, un tema que ya fue objeto de dos comisiones vaticanas sin resultados concluyentes. Aunque se presenta como un texto “pastoral”, el medio subraya que “parece intentar invertir la relación entre los obispos y las estructuras sinodales” y como bien expusimos desde Infovaticana, «favorece interpretaciones contrarias a la doctrina católica sobre la verdad del amor humano».
Fruto de un proceso dividido
El documento llega tras meses de desacuerdos internos. En abril, el primer borrador fue rechazado por los más de mil delegados sinodales a causa de su falta de consenso. Por primera vez en cincuenta años, la CEI pospuso su asamblea general para reescribir el texto y buscar un mínimo acuerdo. Finalmente, el 25 de octubre, en sesión cerrada, la nueva versión fue aprobada. Ahora, la CEI formará un grupo de obispos para desarrollar prioridades y resoluciones que servirán de base para la asamblea general de 2025.
Las votaciones más controvertidas
A casi dos semanas de la publicación del documento, el NCR precisa que la propuesta de promover estudios sobre el diaconado femenino fue aprobada con 625 votos a favor y 188 en contra, mientras que el punto que pide “apoyar las jornadas civiles contra la violencia, la homofobia y la transfobia” obtuvo 637 votos favorables y 185 contrarios. Aunque todas las mociones fueron aprobadas, las votaciones revelan una profunda división entre los delegados, pero también marcan una fuerte inclinación progresista.
Zuppi y Castellucci defienden el texto; varios obispos alertan del riesgo doctrinal
El presidente de la CEI, cardenal Matteo Zuppi, calificó el proceso como “una operación valiente”. En la misma línea, mons. Erio Castellucci pidió que “la CEI adopte el texto y comience a aplicar sus propuestas”. Sin embargo, mons. Giovanni Paccosi, obispo de San Miniato, advirtió sobre “la presión de convertir en norma general lo que es solo la petición de algunos”. Por su parte, mons. Antonio Suetta, de Ventimiglia-Sanremo, recordó que la asamblea “no es un sínodo formal” y pidió “rectificar el texto a la luz del Catecismo y del Magisterio constante”.
Un camino que se aleja del espíritu católico
El documento final introduce una lógica de adaptación a las dinámicas sociales, proponiendo incluso revisar el Derecho Canónico, transformar las parroquias en “comunidades energéticas solidarias” y dar poder deliberativo a los laicos. Bajo la apariencia de renovación, el texto puede derivar en cambios doctrinales encubiertos.
La CEI celebrará su próxima plenaria del 17 al 20 de noviembre en Asís, donde el Papa León XIV tiene previsto reunirse con los obispos italianos al cierre de los trabajos.
