El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, ha afirmado ayer en Ávila que la causa de canonización de Isabel la Católica “sigue en marcha y activa”. Durante una conferencia en la Universidad Católica de Ávila, animó a cultivar la devoción y el conocimiento de su vida, convencido de que “sus virtudes pueden ser reconocidas por la Iglesia”.
El prelado explicó que el proceso, iniciado por la Archidiócesis de Valladolid, fue aprobado por Roma en los años noventa, aunque se detuvo “por prudencia política”. Sin embargo, aseguró que el Dicasterio para las Causas de los Santos ha alentado a continuar el trabajo histórico y pastoral. “Estas causas viven del estudio y de la oración del pueblo de Dios”, subrayó.
Una reina de fe y justicia
Mons. Argüello describió a Isabel como “una mujer de fe y de gobierno”, que ejerció su autoridad como servicio al bien común. Recordó que en su testamento ordenó tratar a los pueblos indígenas de América como súbditos de la Corona, con los mismos derechos que los de Castilla.
“No son esclavos, sino súbditos de mi reino”, citó el arzobispo, recordando las palabras de la Reina.
El prelado defendió que Isabel promovió una visión cristiana de la dignidad humana y de la evangelización que dio origen a una civilización nueva. “El mestizaje, tan criticado hoy, fue fruto de una visión profundamente evangélica”, señaló.
Redescubrir su legado
Mons. Argüello advirtió contra el error de juzgar el pasado con criterios ideológicos. “Isabel actuó desde la fe, buscando la justicia y la promoción del Evangelio”, afirmó. Pidió redescubrir su testimonio con mirada creyente y agradecida, como ejemplo de gobierno cristiano y compromiso con la verdad.
“Su ejemplo puede iluminar a los cristianos de hoy”, concluyó el arzobispo.