El cardenal Gugerotti se reúne con Lukashenko en Bielorrusia

El cardenal Gugerotti se reúne con Lukashenko en Bielorrusia

El prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, cardenal Claudio Gugerotti, se reunió el pasado 27 de octubre con el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, en el Palacio de la Independencia de Minsk, en un encuentro que marca un nuevo capítulo en las delicadas relaciones entre la Santa Sede y el régimen bielorruso, según informó The Pillar.

El propio Lukashenko, en el poder desde 1994 y señalado por su represión de la Iglesia católica desde 2020, expresó su deseo de abordar “todos los temas que se han acumulado en nuestras relaciones”. Un vídeo difundido por la agencia estatal Belta mostró un clima cordial entre el mandatario y el purpurado italiano.

El cardenal critica el aislamiento internacional de Bielorrusia

Tras la reunión, el cardenal Gugerotti cuestionó las políticas de aislamiento impuestas por Occidente, señalando que “el aislamiento de los pueblos y países es una política suicida que sólo causa daño”.

“Todas las personas de buena voluntad deben cooperar para poner fin a la guerra”, añadió, en referencia al conflicto en Ucrania, en el cual Bielorrusia ha sido aliada de Moscú y plataforma de operaciones desde 2022.

El prefecto también lamentó que las sanciones internacionales “afectan sobre todo a la población” y “no contribuyen al diálogo ni al desarrollo”.

Invitación formal del episcopado bielorruso al Papa

La visita del cardenal Gugerotti coincidió con un período de contactos intensos entre la Santa Sede y Bielorrusia. El 16 de octubre, el arzobispo Iosif Staneuski, de Minsk-Mohilev, entregó al Papa León XIV una invitación oficial para visitar el país, con motivo del 35.º aniversario de la restauración de las estructuras eclesiales tras la caída del comunismo.

“Ha llegado el momento de que el Papa visite a los fieles de nuestra patria”, declaró el prelado.

Hasta hoy, ningún pontífice ha visitado Bielorrusia, nación de mayoría ortodoxa con una minoría católica cercana al 15% de sus 9 millones de habitantes.

Una visita marcada por gestos pastorales

El cardenal Gugerotti, que fue nuncio apostólico en Bielorrusia entre 2011 y 2015, regresó al país como enviado especial del Papa para el centenario de la diócesis de Pinsk. Durante una misa en la catedral local, el 25 de octubre, transmitió el afecto del Papa y exhortó a los fieles a no sentirse “aislados ni olvidados por el mundo”.

“Dios ama a todos, y desea que vivan en alegría. Este deseo os llega de parte de 1.400 millones de católicos”, afirmó ante los jóvenes en Brest.

Represión y tensiones persistentes

A pesar de los gestos diplomáticos, la Iglesia en Bielorrusia sigue bajo presión. En septiembre, el carmelita polaco hermano Grzegorz Gaweł, de 27 años, fue arrestado por supuesto “espionaje”, cargo que Varsovia calificó de “absurdo”. También fue liberado el periodista católico Ihar Losik, tras cinco años de prisión, en el marco de un intercambio promovido por Washington.

Otro sacerdote, padre Henryk Okołotowicz, continúa cumpliendo una condena de 11 años por “alta traición”. En un mensaje difundido desde prisión, aseguró que encuentra fortaleza en el rosario y en el ejemplo del cardenal Kazimierz Świątek, exarzobispo de Minsk-Mohilev, quien sufrió una década en campos soviéticos.

Desde las protestas de 2020, Bielorrusia vive una represión sistemática contra disidentes y clérigos, bajo el pretexto de combatir el “extremismo”. En aquel contexto, el entonces arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz fue impedido de regresar al país tras viajar a Polonia, situación que solo se resolvió tras la intervención del Vaticano.

Un delicado equilibrio diplomático

La visita del cardenal Gugerotti evidencia el esfuerzo del Vaticano por mantener el diálogo abierto incluso con regímenes autoritarios, en un contexto de tensiones internacionales y de persecución religiosa latente. Aunque la diplomacia de la Santa Sede busca evitar el aislamiento, la realidad sobre el terreno sigue mostrando una Iglesia vigilada y limitada en su libertad pastoral.

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