Defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural
Mons. Castro Toovey señaló que el Papa pidió continuar «sin claudicar y sin bajar la guardia» en el trabajo de la Iglesia en Chile por la vida humana.
Respecto a la eutanasia, explicó que la Iglesia busca cambiar la narrativa que la equipara erróneamente con la compasión: «El tema de la eutanasia se presenta de forma confusa porque se tiende a confundir con el tema de la compasión». En cambio, indicó, la perspectiva católica entendida es que «la vida es sagrada desde el inicio, […] hasta el final».
En este marco, el obispo chileno apuntó a la promoción de los cuidados paliativos y al acompañamiento digno de las personas en situación terminal, como expresión auténtica de la antropología cristiana.
Acogida de migrantes y otro eje pastoral esencial
Además de la defensa de la vida, el Papa León XIV instó a la Iglesia chilena a «acoger al migrante» como parte inseparable del Evangelio, en el marco del debate migratorio que atraviesa el país.
Mons. Castro afirmó que Chile «ha sido forjado por inmigrantes» y que esta realidad exige una acogida con legalidad, orden y dignidad. «Todos somos migrantes en algún momento de nuestra historia y eso nos debe inspirar a acoger al forastero», añadió.
Qué significa para la Iglesia en Chile
El mensaje del Papa constituye una orientación clara para la acción pastoral de la Iglesia en Chile en los próximos meses. En un contexto político y social donde se debaten leyes de aborto y eutanasia, la CECh recibe un mandato de firmeza en la defensa de la vida y la dignidad humana.
El llamado a no «bajar la guardia» subraya que la batalla cultural es permanente: no basta evitar el retroceso de derechos fundamentales, sino que es necesario ofrecer una propuesta auténticamente cristiana de acompañamiento, presencia y esperanza.
