Este lunes 27 de octubre de 2025, el Papa León XIV recibió en audiencia en el Palacio Apostólico Vaticano al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, quien posteriormente se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de Su Santidad, acompañado por mons. Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales.
Según informó el Boletín de la Santa Sede, la reunión se desarrolló en un ambiente de cordialidad y respeto mutuo. Durante el encuentro se subrayaron las sólidas relaciones bilaterales entre la Santa Sede y Hungría, así como el aprecio por el compromiso de la Iglesia católica en favor del desarrollo social y del bienestar del pueblo húngaro.
En particular, se destacó la atención común al rol fundamental de la familia, a la formación y al futuro de los jóvenes, y a la defensa de las comunidades cristianas más vulnerables en distintas regiones del mundo.
Asimismo, durante la conversación se abordaron ampliamente cuestiones europeas de actualidad, con especial atención a la situación del conflicto en Ucrania y a los acontecimientos recientes en Medio Oriente.
El mensaje de Orbán tras la audiencia
Después del encuentro, el primer ministro húngaro publicó un mensaje en su cuenta oficial de X, acompañado de una fotografía del momento en que saludaba al Papa.
“He pedido a Su Santidad que apoye los esfuerzos de Hungría contra la guerra. Audiencia privada con Su Santidad el Papa León XIV”
El mensaje refleja la posición pacifista del gobierno húngaro frente a la guerra en Ucrania, una postura que Viktor Orbán ha defendido consistentemente en foros internacionales, abogando por el cese de hostilidades y la apertura de negociaciones.
La audiencia con el Papa se enmarca, por tanto, en una serie de gestiones diplomáticas en las que Hungría busca reforzar su papel como mediador europeo por la paz, apoyado en su identidad cristiana y en su política exterior de equilibrio entre Oriente y Occidente.
El encuentro también reafirmó la sintonía entre el Vaticano y Budapest en la defensa de la vida, el matrimonio y la familia, valores que ambos consideran pilares de la civilización cristiana y del futuro de Europa.
