León XIV ha autorizado al Dicasterio para las Causas de los Santos la promulgación de varios decretos sobre el martirio y las virtudes heroicas de nuevos siervos de Dios, cuyos testimonios de fe abarcan desde la persecución nazi hasta la vida contemplativa de los siglos pasados. La decisión fue anunciada este 24 de octubre de 2025, tras la audiencia concedida al cardenal Marcello Semeraro, prefecto del dicasterio, según informó el Boletín de la Santa Sede.
Con esta aprobación, la Iglesia da un paso más en el reconocimiento oficial de quienes, en contextos y épocas distintas, vivieron y murieron por su fidelidad a Cristo.
Sacerdotes salesianos mártires del nazismo
El primer decreto reconoce el martirio de los siervos de Dios Jan Świerc y ocho compañeros, sacerdotes de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco, asesinados en odio a la fe entre 1941 y 1942 en los campos de Auschwitz (Polonia) y Dachau (Alemania). Los nueve religiosos fueron arrestados y ejecutados por mantenerse firmes en su ministerio y en su defensa de la dignidad de los jóvenes y de la libertad de conciencia, en un tiempo en que el régimen nazi consideraba sospechoso cualquier signo de fe.
Su testimonio —como el de tantos sacerdotes que compartieron el destino de miles de víctimas en los campos de concentración— reafirma la dimensión martirial de la vida sacerdotal, especialmente en los contextos de persecución totalitaria.
Mártires del comunismo en Europa del Este
El segundo decreto se refiere al martirio de los sacerdotes Jan Bula y Václav Drbola, ejecutados entre 1951 y 1952 en la ciudad de Jihlava, en la entonces Checoslovaquia, durante la represión religiosa de los regímenes comunistas. Ambos sacerdotes fueron encarcelados, torturados y condenados a muerte por negarse a romper su comunión con la Iglesia y rechazar la manipulación ideológica del sacerdocio.
Sus vidas se inscriben entre las de muchos sacerdotes, religiosos y laicos que pagaron con sangre su fidelidad a Cristo, testimoniando que la fe no puede someterse a los intereses del poder político.
Cinco nuevos ejemplos de virtudes heroicas
El Papa León XIV también aprobó los decretos sobre las virtudes heroicas de cinco siervos de Dios que vivieron la santidad en su servicio cotidiano, desde el ministerio misionero hasta la vida monástica:
- Ángelo Angioni (1915–2008), sacerdote diocesano italiano, fundador del Instituto Misionero del Corazón Inmaculado de María, que dedicó su vida a la evangelización en Brasil.
- José Merino Andrés (1905–1968), dominico español, destacado por su fidelidad al sacerdocio y su ardor por la predicación.
- Gioacchino de la Reina de la Paz (Leone Ramognino, 1890–1985), carmelita descalzo italiano, ejemplo de contemplación y obediencia en una vida consagrada al silencio y la oración.
- María Evangelista Quintero Malfaz (1591–1648), monja cisterciense española, mujer de profunda vida espiritual, cuya existencia fue marcada por la adoración eucarística y la humildad en el claustro.
Qué significa este reconocimiento
El reconocimiento del martirio por parte del Papa supone que la Iglesia declara oficialmente que una persona ha entregado su vida por Cristo y por la fe, muriendo “in odium fidei”, es decir, por odio a la fe cristiana. Este decreto equivale al reconocimiento de la santidad de su testimonio y abre el camino directo a la beatificación del mártir, sin necesidad de un milagro atribuido a su intercesión.
En cambio, el reconocimiento de las virtudes heroicas indica que el siervo de Dios vivió de manera ejemplar las virtudes teologales y morales —fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza y templanza— en grado heroico, es decir, con una entrega extraordinaria a Dios y al prójimo. A partir de este decreto, el candidato recibe el título de “Venerable” y podrá ser beatificado una vez comprobado un milagro atribuido a su intercesión.
Estos actos, que el Papa aprueba en nombre de la Iglesia, no sólo honran la memoria de los santos y mártires, sino que invitan a los fieles a imitar su ejemplo como testigos de esperanza y de fidelidad al Evangelio en los desafíos de hoy.
