El pasado 9 de octubre, en pleno Día Mundial de la Salud Mental, el colegio diocesano Pablo VI – Fátima, situado en A Rúa de Valdeorras (Orense) y dependiente de la diócesis de Astorga, abrió sus puertas a una charla de la asociación ARELAS, colectivo activista trans, dentro del programa “Escuelas sin armarios”.
Lo que debía ser una jornada orientada a la salud y al bienestar de los alumnos de Secundaria se convirtió en un altavoz de ideología de género: mensajes de “diversidad” e “inclusión” presentados como requisitos para la salud mental, pero que en realidad introducen en un centro católico un discurso contrario a la doctrina de la Iglesia sobre la persona, la sexualidad y la familia, con una ideología que abre la puerta a los bloqueadores químicos de hormonas y a la mutilación genital, generando daños irreversibles por una forma voluntaria de entender la sexualidad y la identidad.
ARELAS y la agenda trans en la escuela
ARELAS es una asociación activista que centra su labor en la visibilidad de menores trans y la normalización de la ideología de género desde la infancia. Palacios, trabajadora social y dirigente del colectivo, fue invitada a hablar de “inclusión, diversidad y respeto” como claves de la salud mental. En el video difundido por el colegio en redes sociales se afirma que “sentirse aceptado, escuchado y libre de ser uno mismo también es salud mental”.

“Escuelas sin armarios”: un proyecto de adoctrinamiento
El programa Escuelas sin armarios nació en Madrid en 1994, impulsado por el colectivo COGAM, y se ha extendido por decenas de colegios en España. Su objetivo declarado es introducir en las aulas una “educación en diversidad afectivo-sexual” y combatir lo que denominan “prejuicios sexistas y LGBTfóbicos”. Según datos propios, en los últimos cursos han alcanzado a más de 7.000 alumnos de Primaria y Secundaria, incorporando desde edades tempranas charlas y talleres sobre identidad de género y orientación sexual .
Lo que en apariencia se presenta como prevención del acoso escolar y promoción del respeto, en realidad abre la puerta a que niños y adolescentes reciban mensajes ideológicos que contradicen la visión cristiana de la persona, del matrimonio y de la sexualidad.
Padres indignados: “Ideología woke total”
La actividad ha generado rechazo entre padres, que denuncian el sesgo ideológico. “Parece que les dan ideología woke total. Enseñando que hay 30 tipos de sexo y hombres con vagina que pueden dar a luz”, lamentó un padre. La sensación general es que, bajo la etiqueta de “salud mental”, se está imponiendo un discurso que confunde a los jóvenes y quiebra la formación esperada en un centro católico.
Contradicción con la identidad católica
Que un colegio diocesano, dependiente de la diócesis de Astorga, ceda espacio a asociaciones de activismo trans en el marco de la salud mental representa una contradicción evidente. Los padres que matriculan a sus hijos en una institución católica esperan una formación acorde al Evangelio y al magisterio de la Iglesia, no la difusión de teorías contrarias a la antropología cristiana.
El caso del colegio Pablo VI – Fátima no es un episodio aislado, sino un síntoma de la permeabilidad de las instituciones católicas a la presión cultural de la agenda de género. Bajo el pretexto de la salud mental, se introducen programas que socavan la verdad sobre el hombre y la mujer. La diócesis de Astorga debería dar explicaciones y garantizar que sus centros educativos mantengan con firmeza su identidad católica, en lugar de convertirse en plataformas de adoctrinamiento ideológico.
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