Bartolo Longo nació el 10 de febrero de 1841 en Latiano, en la provincia de Brindisi, Italia. De familia acomodada y con gran talento intelectual, estudió Derecho en Lecce y se graduó en la Universidad de Nápoles, elojerciendo como abogado.
Crisis y conversión
Durante sus años universitarios se apartó de la fe, dejándose arrastrar por corrientes espiritistas y prácticas esotéricas muy difundidas en su tiempo. Sin embargo, la gracia de Dios lo alcanzó: en 1865 regresó a la Iglesia, abrazando con renovado fervor la vida cristiana. Se convirtió en terciario dominico y encontró en el Rosario la gran misión de su vida.
“Si es cierto lo que has prometido… que quienes promueven el Rosario se salvarán, yo me salvaré, porque no dejaré esta tierra de Pompeya sin difundir aquí la devoción a tu Rosario”.
Ese día, al sonar las campanas del Ángelus, entendió que su misión estaba decidida.
El Santuario de la Virgen del Rosario de Pompeya
En 1872 llegó al valle de Pompeya para administrar las propiedades de la condesa Marianna Farnararo, viuda de De Fusco. Al ver el abandono espiritual y material de los habitantes, decidió consagrar su vida a su evangelización y ayuda.
El 13 de noviembre de 1875 introdujo la imagen de la Virgen del Rosario en Pompeya, y el 8 de mayo de 1876 colocó la primera piedra del Santuario de Nuestra Señora del Rosario, que con los años se convertiría en un lugar de peregrinación mariana de fama mundial.
Fue además escritor y periodista: publicó libros de devoción, editó el periódico Il Rosario e la Nuova Pompei y en 1883 compuso la célebre Súplica a la Virgen de Pompeya, rezada hasta hoy en todo el mundo el 8 de mayo y el primer domingo de octubre.
Matrimonio y obras de caridad
Bartolo contrajo matrimonio con la condesa De Fusco, con quien vivió en castidad conyugal. Juntos levantaron obras de gran impacto social: un orfanato para niñas (1887), hogares para los hijos de los presos (1892 y 1922) y la Congregación de las Hermanas Dominicas “Hijas del Santo Rosario de Pompeya”, destinadas a sostener estas iniciativas.
En un gesto de total desprendimiento, en 1906 entregó todas sus propiedades a la Santa Sede, mostrando que su vida y sus bienes eran solo para Dios y para la Virgen.
Muerte y reconocimiento de la Iglesia
Bartolo Longo murió el 5 de octubre de 1926 en Pompeya, dejando como herencia un santuario mariano de alcance universal y una devoción que transformó vidas en todo el mundo. Fue beatificado por san Juan Pablo II el 26 de octubre de 1980 en la plaza de San Pedro.
El próximo 19 de octubre de 2025, el papa León XIV lo canonizará, confirmandolo oficialmente como santo de la Iglesia universal.
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