El 22 y 23 de octubre los reyes del Reino Unido, Carlos III y Camila, realizarán una visita de Estado a la Santa Sede para encontrarse con el León XIV con motivo del Año Jubilar 2025. La visita se produce pocos meses después de la muerte de Francisco y de la elección de León XIV, con quien Carlos III se verá por primera vez. En abril, el monarca ya estuvo en Roma, donde se reunió en privado con el Papa Francisco días antes de su fallecimiento.
Una ceremonia por el cuidado de la naturaleza
La jornada central de la visita tendrá lugar el 23 de octubre. A las 11 de la mañana, los reyes serán recibidos en audiencia en el Palacio Apostólico. Después, el Papa y el monarca rezarán juntos en la Capilla Sixtina en una ceremonia centrada en el cuidado de la creación —un gesto que busca subrayar el compromiso común con la agenda medioambiental—. El acto incluirá la presencia de coros del Vaticano y de la realeza británica, como la Capilla Real y la Capilla de San Jorge de Windsor, que cantarán junto al coro de la Capilla Sixtina.
Según explicó monseñor Flavio Pace, secretario del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el propio Carlos III pidió que la visita tuviera una fuerte dimensión espiritual. El rezo compartido será también una ocasión para reforzar la causa ambiental, como señaló la religiosa Alessandra Smerilli, secretaria del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral: “Este encuentro subrayará la importancia de la colaboración de todos contra el cambio climático”.
Un acto ecuménico en San Pablo Extramuros
Por la tarde, los monarcas acudirán a la basílica de San Pablo Extramuros —tradicionalmente vinculada a la monarquía inglesa antes del cisma—. Allí, el monarca recibirá el título de “Royal confrater”, en un acto de fraternidad espiritual que incluirá la instalación permanente de un escaño con el escudo de la Casa Real Británica y el lema Ut unum sint (que todos sean uno), evocación de la encíclica de san Juan Pablo II sobre el ecumenismo.
Según explicó mons. Flavio Pace, la visita busca “ahondar en el camino de diálogo con la Iglesia anglicana”, aunque admitió que “aún quedan muchos pasos por dar”, —y quizá más aún, después de la reciente ruptura entre la iglesia anglicana de Inglaterra y África—.
Todo en clave medioambiental
La agenda contempla además encuentros con empresarios y asociaciones dedicados a la sostenibilidad, una visita de la reina Camila a la Capilla Paulina y reuniones con religiosas y comunidades comprometidas en proyectos sociales. Todo ello, enmarcado en la retórica del “cuidado de la creación” y la colaboración internacional.
Pero más allá de la diplomacia y los gestos, la visita deja un interrogante: ¿es un avance real hacia la unidad de los cristianos o una nueva concesión simbólica que difumina las diferencias doctrinales en nombre de la corrección política y el consenso ambiental?