El Papa León ha adoptado una postura más directa contra las políticas migratorias de línea dura de la administración Trump, instando a los obispos estadounidenses a defender públicamente a los migrantes y refugiados. En una reunión con obispos y trabajadores sociales de la frontera entre Estados Unidos y México, el Papa expresó su profunda preocupación por el impacto de los esfuerzos de deportación del gobierno. Sus comentarios reflejan una creciente confrontación con la administración Trump, mientras el Papa cuestiona si tales políticas son compatibles con los valores católicos.
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Durante una reunión en el Vaticano el miércoles, el Papa León —el primer pontífice nacido en Estados Unidos— dijo a una delegación procedente de la frontera que “hablen con fuerza” en defensa de los inmigrantes que enfrentan las políticas de deportación del gobierno de Trump. El obispo de El Paso, Mark Seitz, quien estuvo presente en el encuentro, compartió que el Papa se conmovió al leer cartas de inmigrantes que describían su miedo a la deportación y a la separación familiar.