Según informó Aciprensa, el Cuerpo Nacional de Policía arrestó en Palencia a un individuo acusado de haber realizado veinte amenazas de bomba contra la Catedral de Córdoba el pasado 12 de agosto. El arrestado se enfrenta a cargos por desórdenes públicos y delitos de odio.
Ese día, durante la tarde y la noche, el servicio de vigilancia del templo recibió reiteradas llamadas telefónicas en las que se anunciaba la colocación de un artefacto explosivo. Las amenazas obligaron a desplegar un amplio operativo policial que incluyó la inspección del recinto y la activación de protocolos de seguridad durante aproximadamente una hora. Finalmente, las autoridades comprobaron que se trataba de una falsa alarma.
Insultos racistas y xenófobos en las amenazas
De acuerdo con lo señalado por la Policía Nacional el autor de las llamadas no sólo lanzó amenazas, sino que también profirió insultos y expresiones de carácter racista y xenófobo.
La investigación permitió localizarlo en Palencia, al norte de España, a más de 600 kilómetros de la ciudad andaluza, gracias al rastreo telefónico efectuado por las fuerzas de seguridad.
Incendio previo en la Catedral
Las amenazas se produjeron pocos días después de un incendio fortuito registrado en la Catedral de Córdoba, originado presuntamente por la sobrecarga de la batería de una máquina de limpieza
La historia de un templo emblemático
El monumento cordobés, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, tiene sus raíces en una iglesia visigótica del siglo VIII. Tras la invasión islámica de la península, sobre ella se levantó una mezquita. Con la Reconquista cristiana, el rey Fernando III el Santo ordenó en el siglo XIII la conversión del edificio en catedral.
Con el tiempo se añadieron capillas y un retablo que enriquecieron el conjunto arquitectónico, considerado hoy uno de los símbolos de la historia religiosa y cultural de España.
Intentos de expropiación rechazados
En años recientes, tanto el Ayuntamiento de Córdoba como la Junta de Andalucía intentaron cuestionar la propiedad de la catedral alegando que la Iglesia carecía de título legítimo. Sin embargo, diversos expertos confirmaron la validez de la titularidad eclesiástica.
