Los efectos de Fiducia Supplicans: sacerdote italiano bendice a pareja gay con rito valdense

Los efectos de Fiducia Supplicans: sacerdote italiano bendice a pareja gay con rito valdense

En Italia crece la polémica en torno al documento Fiducia supplicans del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que abrió la puerta a las bendiciones a parejas homosexuales. Según reveló La Nuova Bussola Quotidiana, en Caprino Bergamasco un sacerdote católico utilizó un rito valdese para bendecir públicamente a una pareja de hombres recién unidos civilmente.

El protagonista fue don Roberto Falconi, sacerdote de la diócesis de Bérgamo y encargado del santuario de la Madonna del Perello en Algua. Con alba y estola, presidió la ceremonia de Gabriele y Mario, quienes celebraban su unión civil. En declaraciones a La Bussola, el sacerdote reconoció que “sabía bien que esto no es conforme a la moral” y que se trataba de un ritual “tomado de la Iglesia valdese”.

Un acto público difundido en redes

Aunque Falconi pretendía que la ceremonia quedara en el ámbito privado, la Cascina Ombria, lugar donde se celebró el evento, publicó en Instagram fotografías y mensajes celebrando el gesto: “Aquí se hace la historia. Gabriele y Mario, con una bendición religiosa de don Roberto. Dios estaba con ellos. Viva los esposos y viva don Roberto”. El entusiasmo de la publicación convirtió el hecho en un escándalo público.

El sacerdote, entrevistado por La Bussola, insistió en desligar de toda responsabilidad a su obispo, monseñor Francesco Beschi: “Masacradme a mí, pero dejad fuera al obispo”. Añadió que asumía personalmente todas las consecuencias de su acción, aunque subrayó que su intención era “acompañar a creyentes homosexuales que no piden un matrimonio, sino que su camino sea puesto bajo la bendición de Dios”.

“Sé que es contrario a la moral”

Durante la entrevista, Falconi reconoció sin rodeos que actuó contra la enseñanza moral de la Iglesia. Al mismo tiempo, intentó justificarlo como un ejercicio de discernimiento pastoral: “Mi razonamiento es simple: son creyentes homosexuales que no piden un matrimonio, solo la bendición de Dios”.

Consultado sobre la contradicción entre su gesto y la doctrina, llegó a afirmar que incluso san Pablo aceptaba la esclavitud y que hoy “la Iglesia ha evolucionado”. Sus palabras fueron calificadas por el medio italiano como una muestra de la deriva que Fiducia supplicans ha provocado en sectores del clero, al abrir la puerta a prácticas que exceden incluso el polémico documento del cardenal Víctor Manuel Fernández.

Una liturgia ajena al Magisterio

La ceremonia de Caprino Bergamasco no fue una simple oración improvisada. Como admitió el propio Falconi a La Bussola, utilizó expresamente un formulario de la Iglesia valdese, lo cual constituye una ruptura no solo con la disciplina litúrgica católica, sino también con la doctrina moral, como él mismo reconoció.

A pesar de declararse plenamente consciente de que su acto es “contrario a la moral”, el sacerdote aseguró que en su ministerio ordinario en el santuario mariano sigue cumpliendo fielmente con la liturgia católica, celebrando la Misa, confesando y promoviendo la devoción a la Virgen. Al mismo tiempo, justificó lo ocurrido como un “fuori onda”, una especie de desahogo pastoral en su tiempo libre.

El caso de don Falconi se suma a otros episodios que muestran cómo Fiducia supplicans, lejos de poner claridad en la pastoral, ha generado situaciones de confusión y escándalo en la vida de la Iglesia, alimentando una práctica que incluso sacerdotes reconocen como contraria a la moral católica.

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