Un caso que revela las heridas de la Iglesia
Los abusos ocurrieron entre 2018 y 2023 en el entorno escolar y pastoral del diácono. El proceso judicial culminó en 2024 con la condena, y el caso pasó a la sección disciplinaria del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que elevó la recomendación de expulsión al Papa.
El proceso penal canónico es independiente del proceso penal estatal, pues se rige por normas, fines y criterios propios de la Iglesia. Esta autonomía implica que la prescripción, la investigación de los hechos, su valoración y las eventuales sanciones o reparaciones siguen una lógica distinta a la del derecho civil o penal común. Por ejemplo, jamás podría darse por terminado un proceso penal en la Iglesia únicamente porque el hecho esté prescrito en el ámbito penal estatal, ya que ambos órdenes son autónomos. Al mismo tiempo, esta independencia no impide la complementariedad: mientras la jurisdicción civil protege el orden público y los derechos de las personas, la canónica busca la corrección, la justicia intraeclesial y la salvaguarda del bien común eclesial.
El gesto de León XIV pretende enviar un mensaje de firmeza, pero plantea una pregunta de fondo: ¿llegan estas sanciones siempre tarde, una vez que la justicia civil ya ha actuado? La Iglesia insiste en la “tolerancia cero”, pero los fieles siguen reclamando más transparencia en los procesos internos y más rapidez en las medidas.
Italia, rezagada en la investigación
Italia no ha impulsado aún una investigación nacional sobre abusos como sí lo han hecho Francia, Alemania o Estados Unidos. En este contexto, la decisión papal es significativa, aunque también expone las resistencias de un país donde la influencia eclesial ha frenado durante años la apertura de los archivos.
La expulsión de Frateschi no borra el dolor de las víctimas, pero sí supone un punto de inflexión para un pontificado que arranca bajo la presión de este escándalo global. León XIV ha reiterado en otras ocasiones que “la violencia sufrida no puede borrarse” y que la Iglesia debe ser solidaria con quienes padecieron abusos.
Un pontificado puesto a prueba
La sanción llega cuando el Papa afronta sus primeros retos internacionales. En declaraciones recogidas por Infobae, León XIV admitió que la exposición diplomática le ha sorprendido, pero recalcó que su misión es confirmar la fe de los creyentes. Sin embargo, el desafío de los abusos sigue siendo la piedra de toque: no bastan las palabras de cercanía, se requieren decisiones contundentes y sostenidas en el tiempo.
