La líder francesa Marine Le Pen denunció en su cuenta de X un nuevo ataque contra un templo católico en Bretaña, compartiendo la imagen de una estatua quemada en el interior de la iglesia. “Apenas un mes después del incendio criminal que afectó a la iglesia de Notre-Dame-des-Champs en París, un nuevo acto de vandalismo profana una iglesia en Bretaña”, escribió la presidenta de Agrupación Nacional.

Le Pen calificó estos ataques como “inaceptables” y criticó la inacción de los poderes públicos para proteger los lugares de culto, así como el silencio de dirigentes de izquierda y extrema izquierda ante lo que definió como una “violencia exponencial dirigida contra los católicos”.
El incendio en Notre-Dame-des-Champs en París
La referencia de Le Pen alude al incendio ocurrido a mediados de julio en la iglesia de Notre-Dame-des-Champs, en el distrito VI de París. El fuego fue considerado de origen criminal y dañó gravemente parte del templo. El hecho encendió la alarma sobre la seguridad de los lugares de culto en la capital francesa.
Este ataque se suma a una serie de actos vandálicos contra templos católicos en Francia, país que desde hace años registra un aumento preocupante de profanaciones, incendios y agresiones a símbolos religiosos.
Una ola de profanaciones silenciada
Las estadísticas oficiales muestran que en Francia se producen cada año cientos de actos de vandalismo contra iglesias católicas, con casos que van desde grafitis hasta incendios intencionados. La Agencia Católica de Noticias (ACN) informó a principios de septiembre que en 2024 se llevaron a cabo 820 robos en iglesias, capillas y basílicas de toda Francia. Sin embargo, estas agresiones rara vez reciben cobertura mediática destacada, en contraste con otros episodios de violencia religiosa.
Le Pen ha puesto en la palestra un eje importante para el discurso político, señalando lo que considera una persecución selectiva contra los católicos y una complicidad por omisión de las autoridades, incapaces de garantizar la seguridad en los templos y ahora también de las personas —recordamos el reciente asesinato de Charlie Kirk en Estados Unidos y la matanza de unos 70 cristianos en el Congo—.
La fe bajo ataque en Europa
En España también se vive este fenómeno, el denominado «agosto negro» dejó 7 templos profanados y/o vandalizados en un mes. Este ataque en Bretaña recuerda que los católicos en Europa no solo enfrentan la secularización y la pérdida de influencia cultural, sino también una violencia creciente contra sus lugares de culto.
La denuncia de Marine Le Pen visibiliza un problema que trasciende fronteras: la indiferencia de los poderes públicos y de los partidos progresistas ante una realidad que hiere la fe y la libertad religiosa de millones de creyentes.
