En plena tensión por el nuevo orden de evacuación emitido por Israel a los residentes de Gaza City, el Papa logró hablar con el padre Gabriel Romanelli, párroco de la iglesia de la Sagrada Familia. El sacerdote explicó que “en el momento en que el Papa llamó, no pude responder porque estábamos en una larga celebración litúrgica. Luego estuve en contacto con él. Nos preguntó cómo estábamos, nos dio su bendición y rezó por nosotros y por la paz”.
450 refugiados bajo el amparo de la parroquia
El párroco subrayó, según recogió Vatican News, que en la iglesia de la Sagrada Familia permanecen alrededor de 450 refugiados, entre ellos ancianos, enfermos y niños. “Nosotros continuamos aquí, junto a ellos, cuidando de la gente. En otras partes de la ciudad hay quienes se están desplazando hacia el sur, pero la mayoría no quiere marcharse”, aseguró.
Pese a los bombardeos y la destrucción, muchos habitantes prefieren permanecer en Gaza. “Desde el inicio de la guerra nos dicen que en todas partes hay peligro. Aquí seguimos con las actividades diarias, ayudando a numerosas familias”, afirmó Romanelli.
Matrimonio y nacimiento en medio del dolor
El sacerdote compartió además dos signos de esperanza en medio de la tragedia. En la Misa del día anterior se celebró un matrimonio en la comunidad católica, y pocas horas después nació un niño llamado Marcos entre los refugiados. “Dios nos bendice siempre. Incluso en estos momentos de sufrimiento nos muestra su cercanía”, declaró a Vatican News.
Una llamada al mundo para rezar por la paz
En su mensaje, el párroco transmitió el ruego del Papa y de la comunidad de Gaza: “Continuamos rezando por la paz. La guerra ha puesto al Medio Oriente patas arriba. Confiamos en que el fin de este conflicto traiga un poco más de serenidad, aunque no signifique todavía la paz. Rogamos a Dios, por intercesión de la Santísima Virgen, que nos conceda el milagro de la paz”.