El presidente Donald Trump ha presentado una iniciativa nacional de oración llamada “America Prays”, en preparación para el 250º aniversario de la independencia de Estados Unidos, que se celebrará el 4 de julio de 2026. Según informó el National Catholic Register, la propuesta invita a los ciudadanos a dedicar una hora semanal de oración por la nación y a organizar grupos de al menos diez personas.
La oración como identidad nacional
“América siempre ha sido una nación que cree en el poder de la oración, y nunca pediremos perdón por nuestra fe”, afirmó Trump durante el lanzamiento de la iniciativa en el Museo de la Biblia de Washington D.C., en el marco de la segunda audiencia de la Comisión de Libertad Religiosa, el pasado 8 de septiembre.
El mandatario, de confesión protestante, aseguró que defenderá los valores fundamentales del país: “Nunca rendiremos nuestros derechos dados por Dios; defenderemos nuestras libertades, nuestros valores, nuestra soberanía, y defenderemos nuestra libertad. Y con la ayuda de comunidades de fe en todo el país… haremos de esta la edad dorada de América”.
Cómo funcionará la iniciativa
El plan propone que cada grupo se enfoque en temas concretos: oración por los líderes de gobierno, renovación cultural, protección de la libertad y fortalecimiento de las familias. Además, se anima a los participantes a comprometerse a rezar diariamente por una causa o una persona específica.
La Casa Blanca ha promovido también la participación en comunidades de oración en línea como Hallow y Pray.com, que se han sumado a la campaña. En total, más de 70 organizaciones religiosas ya forman parte del proyecto, incluyendo entidades católicas como Catholics for Catholics y CatholicVote, así como grupos protestantes como la Convención Bautista del Sur y WallBuilders.
La dimensión histórica del proyecto
La web oficial de “America Prays” ofrece un documento de 22 páginas titulado Prayers and Proclamation Throughout American History, con oraciones históricas y proclamas presidenciales. Entre ellas se encuentran la plegaria por el ejército de George Washington, la invocación de Benjamin Franklin en la Convención Constitucional y la oración de Franklin D. Roosevelt en el Día D, cuando Estados Unidos entró formalmente en la Segunda Guerra Mundial.
“Un millón de orantes cada semana”
El secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Scott Turner, pastor bautista, acompañó a Trump durante la presentación. “¿Qué pasaría si un millón de personas rezaran cada semana por nuestro país hasta el próximo 4 de julio?”, preguntó Turner.
El funcionario animó a los creyentes a reunirse en pequeños grupos de diez personas: “Piensen en los milagros que podrían suceder el próximo año, en la transformación que podríamos presenciar en comunidades de todo el país”.
Turner concluyó su intervención con una oración en la que pidió “rededicar a Estados Unidos como una nación bajo Dios”, evocando el Juramento a la Bandera. Rezó por “perdón, favor y entendimiento” y suplicó por la sanación, revitalización y nueva vida espiritual de la nación.
Una propuesta espiritual en clave política
La iniciativa refuerza la línea de Trump de apoyarse en el electorado cristiano, particularmente evangélico y católico, que ve en la oración pública una afirmación de identidad y resistencia cultural frente a las tendencias secularizantes.
El lanzamiento de “America Prays” combina un gesto espiritual con un trasfondo político: situar la fe como elemento constitutivo del proyecto nacional estadounidense en vísperas de su aniversario histórico.
