En el marco del Mes de la Biblia, que la Iglesia Católica celebra cada septiembre, la diócesis de Saltillo ha puesto en marcha una iniciativa de recolección de Biblias destinadas a las personas privadas de libertad en distintos centros penitenciarios.
El P. Robert Coogan, coordinador de la Pastoral Penitenciaria, explicó a ACI Prensa que esta labor lleva realizándose 15 años y beneficia a instituciones como el CERESO Varonil de Saltillo y Monclova, el CERESO Femenil de Saltillo, los centros de adolescentes y el centro federal de Mesillas.
“Un hambre de conocer a Jesús”
El sacerdote señaló que la entrega de Biblias no se limita a la distribución de libros, sino que responde al deseo profundo de los internos de acercarse a Cristo. “Hemos visto que personas privadas de su libertad muestran un hambre de conocer a Jesús. Nos piden Biblias para leerlas y estudiarlas”, afirmó.
El P. Coogan recordó que Jesús mismo compartió situaciones semejantes: “la pobreza de nacer en un pesebre, trabajar con sus manos, no tener dónde reclinar la cabeza, y muy importante, Jesús aceptó ser tomado preso”.
Testimonios de conversión en prisión
La iniciativa ha sido ocasión de historias conmovedoras de conversión. En el CEFERESO Varonil, un interno castigado en su celda relató que al leer la Biblia sintió “la suave presencia de Dios” hasta exclamar: “En este momento, no necesito absolutamente nada más”.
Otro joven, recién ingresado en el penal, pasó dos semanas en celdas de castigo. Durante ese tiempo se sumergió en la lectura de la Biblia y, según el sacerdote, aquel lugar se convirtió en “su lugar de conversión”, un espacio que recuerda con cariño.
Una pastoral con presencia permanente
La Pastoral Penitenciaria de Saltillo mantiene presencia constante en los centros de reclusión, ofreciendo misa semanal, sacramentos, estudio bíblico, formación en la fe y horas santas. Cada 24 de septiembre, día de Nuestra Señora de la Merced, patrona de esta pastoral, se celebra una misa en la catedral por los internos y sus familias.
En 2024, además, se realizó una peregrinación fuera del penal, con rezos amplificados para que los internos escucharan, acompañados por bailes tradicionales, gesto que los reclusos agradecieron profundamente.
Dimensión espiritual y apoyo material
Junto con la atención espiritual, la pastoral penitenciaria también brinda apoyo material: reparte refrigerios cuando es posible y organiza colectas de artículos de higiene para las internas del penal femenil, aunque por ley deberían ser provistos por la administración penitenciaria.
De este modo, la Iglesia mexicana busca que la Palabra de Dios sea fuente de esperanza y de conversión en medio de las prisiones, llevando consuelo tanto espiritual como humano a quienes más lo necesitan.