La pasión de un artesano católico de Montana
John Hayden, un joven de 27 años originario de Butte, Montana, ha encontrado en la carpintería litúrgica la manera de unir su talento manual con su vocación espiritual. Desde niño mostró habilidad con la madera, fabricando pequeños objetos y hasta un catapulta gigante, pero fue en Canadá, junto a un maestro carpintero, donde descubrió la verdadera pasión por este oficio.
Aunque cursó estudios de teología en el International Theological Institute (ITI) en Austria, nunca dejó de elaborar muebles para amigos y compañeros. “Soy un hombre práctico, de manos. La teología me apasiona, pero la carpintería me completa”, explica.
Primeros pasos en la carpintería litúrgica
Hace dos años, su parroquia de San Ricardo, en Columbia Falls, necesitaba mesas de credencia. Hayden se ofreció a construirlas y así nació su primer proyecto vinculado al culto. “Era la oportunidad perfecta para unir teología y carpintería”, recuerda.
Poco después llegó un reto mayor: el encargo de diseñar y fabricar todo el santuario de San Mateo, en Kalispell, una iglesia neogótica dañada por varios incendios. A pesar de no tener experiencia previa con altares, aceptó el desafío tras un retiro espiritual que lo inspiró en el diseño. Durante ocho meses talló a mano el altar mayor, el altar lateral, el ambón y las barandillas.
Un altar consagrado por el obispo
En 2023, tras la instalación del nuevo santuario, el obispo Austin Vetter de Helena consagró el altar. Para Hayden fue un momento decisivo: “Ya no era mío, lo había ofrecido a Dios. Ahora ahí se celebra el Sacrificio Eucarístico”.
Aunque algunos fieles temían perder la sencillez anterior, la acogida fue positiva. “Cuando voy a misa ya no veo mi altar, veo a Cristo”, afirma.
Inspirado por la tradición gótica y San José
Su formación teológica sigue siendo clave en su trabajo: “La teología me da la perspectiva para saber cómo debe construirse algo para la liturgia”. Además, un viaje a las catedrales góticas de Francia le enseñó que la arquitectura sagrada debe transportar al alma “a otro mundo”.
En su taller, la única imagen es un icono de San José, a quien considera su modelo. “A veces pienso: hago lo que San José y Jesús hicieron como profesión”, comenta.
Nuevos proyectos en marcha
Tras completar altares en Montana y Oregón, ahora trabaja en un comulgatorio de 12 metros para la Inmaculada Concepción en Rapid City (Dakota del Sur) y en un altar mayor para un convento dominico en Dakota del Norte. Prefiere un estilo clásico y unitario con el espacio, siempre “al servicio de la belleza de la Iglesia”.
“Todo por Dios”: la misión de embellecer los templos
Aunque dirige su empresa Hayden Altar Works, asegura que no busca solo un sustento económico: “Mi misión es embellecer la Iglesia y dar gloria a Dios”. Está convencido de que las nuevas generaciones quieren que los templos reflejen externamente lo que la Iglesia es en su interior.
Su objetivo es ambicioso: “Nunca lograré expresar plenamente lo que es la Iglesia, pero me dejaré la vida intentando acercarme lo más posible”.
Una esperanza para el arte litúrgico en América
Para Hayden, la carpintería litúrgica es una forma de recuperar la verdadera belleza en los templos católicos. La anécdota de un feligrés que le reprochó que la iglesia parecía “demasiado catedral” le confirmó que iba en la dirección correcta: “Ese era el objetivo. Lo tomo como un cumplido”.
Fuente: National Catholic Register
