Cada 31 de agosto, la Iglesia celebra a San Ramón Nonato, religioso mercedario nacido en 1204 en Portell, en la antigua Corona de Aragón. Su sobrenombre procede del latín nonnatus (no nacido), porque fue extraído mediante cesárea tras la muerte de su madre. Por este motivo, la tradición lo reconoce como patrono de las embarazadas, parturientas, parteras, recién nacidos y de los niños no nacidos.
Su testimonio de vida y su martirio silencioso son hoy más actuales que nunca en un mundo marcado por el desplome de la natalidad y la expansión de leyes contrarias a la vida.
España, con la natalidad más baja de Europa
En España, la tasa de natalidad continúa en caída libre. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha registrado mínimos históricos en los últimos años, con un número de nacimientos que no compensa ni de lejos la tasa de mortalidad. La crisis demográfica golpea especialmente a un país donde tener hijos se ha convertido en una excepción más que en una norma, con graves consecuencias sociales, culturales y económicas.
En este contexto, la devoción a San Ramón Nonato cobra un valor simbólico: un santo que nació cuando humanamente parecía imposible se convierte en intercesor en una sociedad que rechaza o pospone la vida.
La ofensiva mundial contra los no nacidos
Mientras tanto, en el mundo se multiplican las leyes pro aborto que amplían plazos, reducen restricciones e incluso pretenden presentarse como “derechos”. Desde Europa hasta América Latina, los gobiernos promueven normas que facilitan la eliminación de vidas en el vientre materno, al mismo tiempo que aumentan los discursos sobre “derechos reproductivos” y “autonomía de la mujer”.
La paradoja es evidente: en sociedades que enfrentan un invierno demográfico, se aprueban políticas que atacan directamente la raíz de la vida humana.
Un testimonio de entrega y defensa de la fe
Más allá de su singular nacimiento, San Ramón Nonato fue mercedario, sacerdote y redentor de cautivos en tierras musulmanas. Sufrió la cárcel y la tortura por anunciar el Evangelio, llegando a llevar un candado en los labios para silenciar su predicación.
Su ejemplo de valentía, sacrificio y amor por la vida y la fe sigue siendo un faro en tiempos donde hablar en defensa de los no nacidos es considerado políticamente incorrecto o incluso perseguido.
El Papa Francisco y la devoción a San Ramón
En 2020, el Papa Francisco recomendó rezar a este santo a los matrimonios que desean un hijo. «Cuando en la Audiencia algún matrimonio me pide la bendición para que venga un hijo, les digo que recen a San Ramón Nonato», afirmó el Pontífice.
En un tiempo en el que la maternidad es muchas veces despreciada y la vida en gestación atacada, la figura de San Ramón Nonato invita a redescubrir el valor de la familia y de cada vida humana desde la concepción.
