Un informe denuncia programas ideológicos infantiles de UNICEF

Un informe denuncia programas ideológicos infantiles de UNICEF

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), creado para asistir a los niños en situación de necesidad, es señalado por promover aborto, ideología de género y contenidos sexuales explícitos dirigidos a menores.

Un detallado informe del Center for Family & Human Rights (C-Fam) —presentado por su presidente Austin Ruse— denuncia que la agencia de la ONU destina cientos de millones de dólares a programas que incluyen la normalización de la masturbación infantil, la homosexualidad, la transexualidad y el aborto como supuesto “derecho”. El estudio fue recogido por La Nuova Bussola Quotidiana.

En 2024, Unicef tuvo ingresos superiores a 8.500 millones de dólares, de los cuales casi 5.000 millones procedieron del sector público. Con semejante presupuesto, su implicación en iniciativas controvertidas ha despertado fuertes críticas.

Materiales para menores con contenidos sexuales

El informe examina decenas de programas y folletos publicados por Unicef.

  • En guías dirigidas a adolescentes de 10 a 14 años se afirma que “todos los tipos de orientación sexual son naturales”, y se presenta la masturbación como una práctica sana para aliviar el estrés.
  • Para jóvenes de 15 a 18 años, se incluye la penetración anal como variante normal del acto sexual y se insiste en que sentir atracción por cualquier sexo es “natural”.
  • Una de las plataformas digitales impulsadas por Unicef, llamada Laaha, invita incluso a niñas a explorar su vulva frente a un espejo, sin necesidad de supervisión parental.

C-Fam concluye que estos materiales fomentan la sexualización precoz de los niños y transmiten una visión distorsionada de la sexualidad humana.

Promoción del aborto y alianzas cuestionadas

El informe también denuncia la participación de Unicef en programas abortistas internacionales, en alianza con organismos como la OMS, el UNFPA, el Banco Mundial y el PNUD, junto a multinacionales del aborto como International Planned Parenthood Federation (IPPF) y MSI Reproductive Choices.

Además, Unicef colabora en el proyecto 2Gether4SRHR, destinado a África oriental y meridional, donde se promueve la anticoncepción y el aborto bajo el rótulo de “salud sexual y reproductiva”. En este marco, la objeción de conciencia se presenta como un obstáculo negativo.

Alcance global de la agenda ideológica

El trabajo de C-Fam destaca que la promoción de estos contenidos no se limita a escuelas, sino que llega a organizaciones comunitarias, centros juveniles, campamentos de verano, instituciones religiosas, cárceles y campos de refugiados.

En 2020, Unicef y la UNESCO publicaron una guía global sobre “educación sexual integral” en la que se recomendaba incluso la presencia de activistas LGBT como facilitadores en grupos de menores. Según los críticos, se trata de un intento de imponer a escala global la ideología de género y la cultura del aborto, sin respaldo jurídico en el derecho internacional ni consenso en la Asamblea General de la ONU.

Advertencias desde la Iglesia

La denuncia contra Unicef revive las palabras de Benedicto XVI, quien ya en 2007 advertía sobre la “lógica relativista” que domina los organismos internacionales y conduce a una “defensa selectiva de los derechos humanos”. El Papa emérito alertaba de que dicha lógica acaba negando la verdad sobre la dignidad del hombre y la posibilidad de un actuar ético basado en la ley moral natural.

El caso pone de manifiesto la contradicción entre el mandato de Unicef de proteger a la infancia y la realidad de programas que, según sus críticos, la exponen a la manipulación ideológica y la banalización de la vida humana.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando