El pasado mes de junio, el sacerdote Michael Heinrich Weninger, ataviado con sotana y alzacuellos, subió a la tribuna de la Gran Logia Nacional Francesa (GLNF) en París para defender la supuesta compatibilidad entre la fe católica y la masonería. Lo hizo en el marco de las conferencias «Villard de Honnecourt», un ciclo abiertamente masónico, y su intervención fue grabada en vídeo.
Allí, ante miembros de la masonería regular francesa, equiparó sin matices al «Gran Arquitecto del Universo» con el Dios cristiano, afirmando que ese concepto corresponde «al Yahvé de los judíos, al Alá de los musulmanes y a la Trinidad de los cristianos». Una declaración que destila el indiferentismo religioso propio de la masonería, pero que resulta completamente inaceptable en boca de un sacerdote católico.
Weninger: «Un católico masón ya no está excomulgado»
Pero el discurso no se quedó en lo simbólico. El sacerdote austríaco llegó a afirmar que «un católico masón ya no está excomulgado por el mero hecho de su pertenencia a la masonería», y lo celebró con entusiasmo: «¡Es sensacional, ¿verdad?!».
Según Weninger, las logias masónicas de tradición anglosajona ya no serían incompatibles con la fe católica. Sin embargo, estas declaraciones no solo ignoran siglos de condenas eclesiásticas, sino que desinforman gravemente a los fieles.
Ignora adrede el Magisterio más reciente
El argumento del sacerdote se apoya en el cambio de redacción del Código de Derecho Canónico de 1983, que omite la mención explícita a la masonería que sí figuraba en el canon 2335 del Código de 1917. Para él, esta omisión equivaldría a una retirada de la condena.
Lo que Weninger no menciona —o prefiere pasar por alto— es que ese mismo año, la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Ratzinger, publicó una declaración contundente:
«No ha cambiado el juicio negativo de la Iglesia respecto de las asociaciones masónicas […]. La afiliación a las mismas sigue prohibida. Los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la santa comunión».
Esta posición fue ratificada en noviembre de 2023 por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe bajo el pontificado de Francisco:
«La pertenencia activa en la masonería de un fiel está prohibida, a causa de la incompatibilidad entre la doctrina católica y la masonería».
Una trayectoria marcada por el doble lenguaje
Michael Heinrich Weninger no es un sacerdote cualquiera. Fue embajador de Austria, estuvo casado por casi 40 años, y fue ordenado sacerdote en 2011 por el cardenal Christoph Schönborn, apenas dos años después de enviudar. Desde entonces ha tenido cargos eclesiásticos de relevancia, incluyendo su trabajo en el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
En 2019, obtuvo un doctorado en la Universidad Gregoriana defendiendo precisamente la tesis de que Iglesia y masonería podían reconciliarse. Un año después publicó La logia y el altar, obra con la que envió ejemplares directamente al Papa y a cardenales.
Más revelador aún: en 2014 fue nombrado capellán de tres logias masónicas austríacas, y celebró incluso una Misa con masones de distintas religiones para conmemorar el aniversario de una de ellas. Todo esto mientras seguía trabajando en el Vaticano.
¿Silencio cómplice o globo sonda desde el Vaticano?
Que un sacerdote con pasado diplomático y funciones vaticanas proclame sin rubor la compatibilidad entre Iglesia y masonería, contradiciendo de forma frontal el magisterio constante, no puede interpretarse como un gesto aislado o inocente. Más bien, parece una maniobra calculada: una provocación pública cuidadosamente orquestada para testar los límites del nuevo pontificado.
La masonería, históricamente condenada por la Iglesia por su relativismo, su esoterismo y su oposición a la verdad revelada, sigue siendo incompatible con el cristianismo auténtico. Que un sacerdote en funciones, en sede masónica y revestido de sacerdote, pretenda afirmar lo contrario, no es solo un error doctrinal: es un escándalo.
______________________________________
Puede ver la transmisión completa de la conferencia aquí:
