El cardenal albanés Ernest Simoni Troshani, a quien el papa Francisco calificó como «mártir viviente», participó recientemente en una conferencia sobre exorcismos y liberación espiritual celebrada en Newark, Nueva Jersey (Estados Unidos). Allí compartió su testimonio de fe, esperanza y resistencia frente a la persecución comunista y concluyó con una fervorosa oración por la liberación universal de la influencia demoníaca.
La conferencia «Protegiendo a los hijos de Dios»
El encuentro, organizado por el grupo John Leaps Evangelization los días 11 y 12 de julio, reunió a varios exponentes del ministerio de liberación —entre ellos el padre John Szada, monseñor John Esseff y Craig Turner— con el propósito de ayudar a las personas a sanar heridas espirituales y emocionales a través del encuentro con Cristo.
Un mensaje de esperanza
Con 96 años, el cardenal narró —con la ayuda de un traductor— los 28 años que pasó encarcelado y sometido a trabajos forzados bajo el régimen comunista de Albania. Pese a los sufrimientos, su mensaje fue uno de esperanza y fe inquebrantable. Recordó la visita de san Juan Pablo II a Albania en 1993 y el ejemplo de santidad de santa Teresa de Calcuta, con quienes pudo encontrarse personalmente.
Albania fue bendecida por Juan Pablo II cuando llegó al país [en 1993, poco después de la caída del comunismo]. Intentó conectar con el pueblo albanés, y esa fue la mayor bendición que tuvimos [bajo el comunismo].
La liberación va más allá de la posesión
El purpurado advirtió sobre la acción del maligno en el mundo, no solo en forma de posesión, sino también a través de enfermedades, aflicciones y heridas espirituales. Mencionó su constante oración a san Miguel Arcángel durante la pandemia de COVID-19 y subrayó que la vida cristiana cimentada en el amor fraterno y la cercanía con Cristo es la defensa por excelencia contra todo mal.
Además, rezó en latín pidiendo la liberación del mundo entero de toda influencia demoníaca y procedió a exorcizar objetos personales de los asistentes a la conferencia.
Un llamado apremiante a rezar el rosario
Al finalizar su intervención, el cardenal lanzó un llamado urgente a los fieles: rezar el rosario cuatro veces al día por la liberación de los poseídos, los enfermos de cáncer y las mujeres con dificultades para concebir. «Todo lo que hacemos y todo lo que somos —recordó— nunca podemos olvidar que pertenecemos a Jesucristo».
El amor de Cristo es todopoderoso», afirmó el cardenal Simoni, quien ofreció su bendición final a los presentes y reiteró que la oración perseverante es el arma más eficaz en la batalla espiritual que enfrenta el mundo.
