El padre Christopher Young, responsable de la Misa tradicional en la diócesis de Davenport (Iowa), ha confirmado que el nuevo obispo de Baker (Oregón), recientemente nombrado por el Papa León XIV, ha celebrado la Misa según el rito romano tradicional.
En una nota difundida en su blog, el padre Young recordó con gratitud la trayectoria del entonces sacerdote Thomas (ahora obispo), destacando su respuesta inmediata a la invitación del obispo Martin Amos en 2007, tras la promulgación del Summorum Pontificum por el Papa Benedicto XVI.
En aquel momento, varios sacerdotes de la diócesis fueron llamados a aprender y ofrecer la llamada «forma extraordinaria» del rito romano para grupos estables de fieles que lo solicitaran. El actual obispo de Baker fue uno de ellos.
Respondió fielmente y durante años formó parte del grupo de sacerdotes que ofrecía la Misa tradicional en latín. Yo mismo, que fui la primera vocación que le tocó acompañar en su labor como director diocesano de vocaciones, conté con él como párroco en uno de los lugares donde se celebraba regularmente la Misa de siempre, hasta que el COVID interrumpió todas las celebraciones en la iglesia de Old St Mary’s en Davenport”, señaló el padre Young.
Además, como Vicario General de Davenport, apoyó el establecimiento oficial de una Capellanía dedicada a los ritos anteriores al Concilio Vaticano II, erigida en 2023, cuando la diócesis se encontraba vacante.
Desde entonces no ha interferido nunca. Es un buen hombre y un gran sacerdote. Deo gratias por Baker — y por el padre Thom”, concluyó Young.
Este dato se suma a otro aspecto significativo de su perfil pastoral: su acompañamiento atento y doctrinalmente fiel a católicos con atracción hacia personas del mismo sexo, mostrando cercanía sin ambigüedad doctrinal.
Todo ello conforma el retrato de un obispo joven, en profunda continuidad con la enseñanza de la Iglesia, y al mismo tiempo conocedor y servidor del tesoro litúrgico tradicional, tantas veces fuente de revitalización eclesial y de nuevas vocaciones.
En tiempos de incertidumbre respecto al futuro de la Traditionis Custodes, este nombramiento no como traslado, sino como promoción a una sede episcopal, es una señal esperanzadora por muchos fieles. No sólo por lo que representa litúrgicamente, sino por su capacidad de integrar fidelidad y cercanía pastoral.
