El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, ha reclamado públicamente la convocatoria de elecciones generales como salida al bloqueo político e institucional que atraviesa España. En una extensa entrevista concedida al diario ABC, el también arzobispo de Valladolid denuncia la degradación del sistema democrático, advierte del riesgo de una «forofez» partidista que reemplaza al verdadero compromiso cívico, y propone una renovación desde los fundamentos de la doctrina social de la Iglesia.
Reproducimos a continuación los principales pasajes de la entrevista publicada este 15 de junio:
«La salida a este bloqueo institucional es dar voz a los ciudadanos»
«Ver al presidente del Gobierno pidiendo perdón es un gesto humanamente reconocible, pero políticamente irrelevante», afirma Argüello, quien considera que la situación actual requiere medidas concretas y coherentes: «Lo más sorprendente es que han sido los dos últimos secretarios de organización de un partido político los implicados. La significación institucional va más allá de lo personal».
«Yo creo que esto pide una salida y en democracia pareciera que la salida más evidente es dar voz a los propios ciudadanos».
¿Elecciones? «Sí».
Desafíos diocesanos y nacionales
Desde Valladolid, el prelado palentino reflexiona sobre los retos eclesiales, marcados por «la acogida del Concilio Vaticano II» y una transformación demográfica que exige «administrar la escasez» y sembrar novedad: «Hemos renovado el directorio de los sacramentos de iniciación cristiana y promovido la vocación laical y matrimonial».
Programa 2033: alternativa católica a la Agenda 2030
El arzobispo presentó recientemente el «Programa 2033», en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia. Según explica, se trata de una propuesta evangelizadora que enlaza con la última encíclica de Francisco y el discurso inaugural de León XIV: «Esta es la hora del amor».
Dos ejes articulan el programa: la dignidad humana —con especial atención a la crisis demográfica y los movimientos migratorios—, y el bien común —centrado en la salud de la democracia y la necesidad de regenerar el tejido social frente al individualismo».
Crítica a la degradación democrática
Argüello alerta del deterioro institucional: «Es inexcusable el respeto a la división de poderes y a la independencia de los jueces». Frente al bloqueo político, el prelado recuerda que mientras se debate en el Congreso, «el problema de los inmigrantes sin papeles sigue ahí», al igual que «el drama de las guerras».
Relación con León XIV
Mons. Argüello compartió sesiones del Sínodo con el entonces cardenal Prevost y hoy Papa León XIV: «Me produjo una muy buena impresión, por su capacidad de escucha y su forma de estar». Confirma que la Conferencia Episcopal ya ha solicitado un encuentro con el nuevo Papa, «para escucharle, compartir los temas de interés de la Iglesia en España e invitarle a visitarnos».
Sobre los desafíos doctrinales pendientes, como Fiducia supplicans, mantiene una posición nítida: «El Señor ofrece la bendición a quien la pida, pero no quiere hacer de la bendición otro tipo de argumento. La Iglesia debe acoger, pero sin confundir el significado de la alianza conyugal cristiana».
Sobre Gaza, la ‘forofez’ política y el grito católico
En su post reciente en X, el presidente del episcopado denunció la tragedia humanitaria en Gaza: «No cabe el silencio». Y advierte del riesgo de polarización: «La política española no se rige por dialéctica filosófica, sino por la ‘forofez’: estar con mi partido como si fuera mi equipo de fútbol, gane aunque sea de penalti injusto».
«No hay que estar en el término medio, porque hay veces que es una forma de traición», concluye. «Hay que gritar un “sí a la vida” con todas las consecuencias».
