“¿Recibió una llamada sobre sus restricciones?”, se pregunta Rorate Cæli con sorna. El blog tradicionalista ha revelado que el obispo Michael Martin, de Charlotte, ha decidido posponer hasta octubre las restricciones que tenía previstas para julio contra la Misa tradicional. Aunque no hay confirmación oficial, el gesto sugiere que alguien “desde arriba” ha pedido al obispo que actúe con más prudencia… o al menos con algo de tacto.
Reproducimos a continuación, en traducción íntegra al español, el comunicado oficial publicado en el periódico diocesano, el Catholic News Herald, y recogido por Rorate Cæli:
Traducción completa del comunicado de la diócesis de Charlotte
CHARLOTTE — Los cambios en las celebraciones de la Misa tradicional en latín en la diócesis de Charlotte entrarán en vigor el 2 de octubre para alinearse con el plazo establecido por el Vaticano —y no el 8 de julio como estaba previsto inicialmente—, anunció el obispo Michael Martin el martes.
La nueva fecha permite más tiempo para la transición y para la renovación de una capilla designada para la comunidad vinculada a la Misa tradicional (TLM), explicó el obispo Martin en un correo enviado a los sacerdotes el martes.
La medida representa la fase final de la implementación gradual en la diócesis de la instrucción del Papa Francisco de 2021, Traditionis Custodes, que establece límites a la celebración de la Misa tradicional en todo el mundo, pero permite a los obispos designar lugares alternativos de culto.
La diócesis está acondicionando una capilla en Mooresville para la celebración de la Misa tradicional, que actualmente reúne a unos 1.100 fieles cada semana en cuatro parroquias que celebran según la forma litúrgica anterior al Concilio Vaticano II.
Los cambios debían entrar en vigor el 8 de julio, coincidiendo con las asignaciones anuales del clero, que incluyen el nombramiento del padre Brandon Jones como capellán de la TLM.
Sin embargo, el martes el obispo Martin aceptó la solicitud de los cuatro párrocos implicados para esperar hasta la fecha límite del 2 de octubre fijada por el Vaticano. El tiempo adicional permitirá a los sacerdotes acompañar a los fieles en esta transición y concluir las obras en la capilla, según acordaron el obispo y los párrocos.
“Tenía sentido iniciar estos cambios en julio, cuando muchos sacerdotes están siendo trasladados a nuevas parroquias y asignaciones”, dijo el obispo Martin al Catholic News Herald. “Dicho esto, quiero escuchar las preocupaciones de estos feligreses y de sus sacerdotes, y estoy dispuesto a darles más tiempo para asimilar estos cambios”.
Las renovaciones en la capilla de Mooresville están en marcha. Según responsables de obras diocesanos, se espera que concluyan en octubre.
Mientras tanto, el obispo Martin indicó que, si el Vaticano emite nuevas instrucciones sobre Traditionis Custodes, la diócesis las aplicará. Asimismo, se ha pospuesto una reunión prevista el 24 de junio con fieles de la TLM en la nueva capilla de Mooresville.
En 2023, tras la instrucción papal, el entonces obispo Peter Jugis canceló las celebraciones TLM en cinco parroquias con escasa asistencia. Cuatro comunidades con más fieles —St. Ann y St. Thomas Aquinas (Charlotte), St. John the Baptist (Tryon) y Our Lady of Grace (Greensboro)— recibieron una prórroga temporal del Dicasterio para el Culto Divino, que vence el 2 de octubre. El obispo Martin ya ha anunciado que no pedirá una extensión adicional.
Las celebraciones TLM se concentrarán en la capilla de Mooresville, con dos Misas dominicales y otras en fiestas de precepto según el Misal Romano de 1962. Si es necesario, se añadirá una tercera Misa dominical en el futuro.
La capilla, situada en 757 Oakridge Farm Hwy., Mooresville, está estratégicamente ubicada entre Charlotte y la región del Triángulo. El edificio, propiedad de la diócesis, incluye una iglesia de 465 m² con capacidad para 345 personas y un edificio escolar. Está junto a Curlin Commons, la residencia para mayores de la diócesis.
Las renovaciones —a cargo de la Oficina de Construcción y Bienes Inmuebles— incluyen nuevo techo, suelo, iluminación, reconfiguración del presbiterio, bancos con reclinatorios, instalación de baños y pintura integral. La capilla será consagrada y adecuadamente equipada para las liturgias tradicionales.
El coste de la renovación asciende a 700.000 dólares, financiados por la diócesis.
Traducción y edición a partir del comunicado publicado en Rorate Cæli.
