Los Patriarcas en Siria ha emitido este pasado fin de semana una declaración conjunta tras los salvajes asesinatos que está ocurriendo en múltiples puntos del país.
A través de redes sociales, algunos líderes políticos internacionales han denunciado que muchos cristianos están siendo salvajemente asesinados por terroristas próximos al nuevo régimen. Videos que circulan en redes sociales, muchos de ellos verificados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y grupos de activistas, muestran a las nuevas fuerzas sirias y a grupos armados aliados disparando a quemarropa contra civiles desarmados y realizando «ejecuciones a sangre fría».
Los Patriarcas de Siria han denunciado que el país «ha sido testigo de una peligrosa escalada de violencia, brutalidad y asesinatos, que han resultado en ataques contra civiles inocentes, incluidas mujeres y niños. Se han violado hogares, se ha irrespetado su santidad y se han saqueado propiedades; escenas que reflejan de manera impactante el inmenso sufrimiento que soporta el pueblo sirio».
«Las Iglesias Cristianas, al tiempo que condenan enérgicamente cualquier acto que amenace la paz civil, denuncian y condenan las masacres dirigidas contra civiles inocentes y hacen un llamado para que cesen de inmediato estos actos horribles, que están en total oposición a todos los valores humanos y morales», añaden en la nota.
En ese sentido, añaden que «las Iglesias también piden la pronta creación de condiciones propicias para lograr la reconciliación nacional entre el pueblo sirio» e instan a realizar esfuerzos «para establecer un entorno que facilite la transición a un estado que respete a todos sus ciudadanos y siente las bases para una sociedad basada en la ciudadanía igualitaria y la asociación genuina, libre de la lógica de la venganza y la exclusión. Al mismo tiempo, reafirman la unidad del territorio sirio y rechazan cualquier intento de dividirlo».
Las Iglesias llaman a todas las partes involucradas en Siria «a asumir sus responsabilidades, poner fin a la violencia y buscar soluciones pacíficas que respeten la dignidad humana y preserven la unidad nacional».
La declaración está firmada por el Patriarca Ortodoxo Griego de Antioquía y todo el Oriente; Patriarca Siríaco de Antioquía y todo el Oriente, y Supremo Jefe de la Iglesia Ortodoxa Siríaca Universal y por el Patriarca Católico Greco-Melquita de Antioquía y todo el Oriente.