La polémica y controvertida declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe Fiducia supplicans que emitió el cardenal Víctor Manuel Fernández en diciembre del 2023 y firmó el Papa Francisco sigue causando caos y confusión.
Se avisó por activa y por pasiva que ese documento solo iba a servir para generar más confusión en la ya desnortada Iglesia católica en la que algunos de sus jerarcas -jaleados por sus correligionarios- tratar de modificar algunas enseñanzas de la doctrina católica. Hemos llegado a tal punto de estupidez, que se vende -como si fuera el malo de la película- que el obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra es quien está equivocado por suspender un curso sobre bendiciones a parejas homosexuales y en donde una catequista -vayan ustedes a saber la formación doctrinal, teológica y espiritual que tendrá esta señora- de esa parroquia dicta lo que está bien dentro de la Iglesia.
Paso a paso y haciendo ruido cuando toca, no pierden la oportunidad de arremeter contra los (pocos) obispos que aún no se doblegan ante los caprichos y deseos de cuatro que dicen ser católicos pero que en el fondo solo persiguen y defienden su propia religión.
Rajada contra el obispo que «va todavía por detrás»
El diario local Huelva24 ha entrevistado a una catequista que raja del obispo diocesano por suspender ese polémico curso. Según ella, a la diócesis de Huelva aún le falta mucho por aprender y evolucionar porque sus decisiones «no corresponde con el magisterio del Papa Francisco ni con la práctica pastoral de la Iglesia». Para esta señora, el obispado de Huelva «va todavía por detrás» de lo que ella dice que permitió Fiducia supplicans. Además, lejos de quedarse ahí comete la temeridad de afirmar que la postura que ha mantenido la diócesis de Huelva en este asunto «va en contra del Evangelio de Jesús».
Como de costumbre, emplean el argumento falaz de que la Iglesia debe acoger pero se olvidan siempre de que esa acogida debe ir unida a la conversión personal y a rechazar el pecado. ¿Cómo no va a ir la Iglesia a la deriva con catequistas así? Monseñor Gómez Sierra debería lanzar un claro mensaje a ‘todos, todos, todos’ y evaluar si esta mujer es apta para ser catequista y si fuera necesario cesarla de su cargo para evitar males mayores.
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