En un contexto marcado por las tensiones entre el Obispado de Vitoria y el Ayuntamiento de la ciudad debido a la negativa inicial del primero a ceder la Catedral de Santa María para la grabación de la película Sacamantecas, la sede episcopal ha celebrado una reunión clave con los productores de la cinta en la mañana del miércoles 4 de diciembre.
Esta cita, que según el Obispado estaba programada antes de que la controversia se hiciera pública, ha estado marcada por un ambiente de cordialidad y un diálogo abierto.
La reunión, que se prolongó por más de una hora, sirvió para establecer un conocimiento mutuo entre ambas partes, centrándose en los aspectos técnicos y artísticos del rodaje, así como en el contexto de las escenas a grabar en templos de la Diócesis. Según informaron en una comparecencia conjunta, esta cita era esencial para facilitar detalles como los guiones y las necesidades específicas de filmación, reforzando la importancia de un intercambio previo de información.
El Obispado de Vitoria subrayó que, como única entidad con capacidad para decidir los usos culturales de los templos bajo su jurisdicción, considera prioritario conocer a fondo el proyecto antes de autorizar cualquier actividad en sus espacios sagrados. Este planteamiento fue aceptado por los representantes de la productora, quienes destacaron que procedimientos similares se han llevado a cabo en otras ciudades para proyectos cinematográficos.
En respuesta a las declaraciones políticas que han avivado la polémica en los últimos días, tanto la productora como el Obispado han afirmado que estas no han contribuido a un diálogo constructivo y que, en todo caso, la reunión habría tenido el mismo resultado positivo si se hubiera celebrado en un ambiente más sereno.
Tras escuchar las necesidades técnicas del equipo de producción, el Obispado planteó una nueva alternativa para el rodaje: la iglesia de San Vicente Mártir, situada en el Casco Histórico de Vitoria y también considerada un edificio monumental. La productora ha anunciado su intención de visitar este templo para evaluar si se adapta a los requerimientos técnicos y logísticos del proyecto.
En caso de que esta opción no sea viable, el Obispado se mostró dispuesto a permitir la grabación en la Catedral de Santa María, o incluso en ambas localizaciones, previa consulta al Consejo de Gobierno y al Cabildo de la Catedral. Estas instituciones eclesiales tendrán la última palabra para garantizar que se respete la integridad y el valor histórico de los templos.
Ambas partes coincidieron en que no ha existido un veto por parte del Obispado de Vitoria, sino una solicitud de información previa que se había acordado tratar en esta reunión programada antes del 22 de noviembre, fecha en la que la polémica salió a la luz.
Por último, tanto el Obispado como la productora manifestaron su agradecimiento mutuo por la buena disposición y anunciaron su compromiso de mejorar la comunicación en futuros proyectos para evitar controversias innecesarias que puedan dañar la imagen de Vitoria y su entorno cultural.