Unos encapuchados queman la puerta del santuario de San Miguel de Aralar y pinta la estrella de David

Unos encapuchados queman la puerta del santuario de San Miguel de Aralar y pinta la estrella de David

En la madrugada del pasado sábado, unos encapuchados llegaron monte a través hasta el conocido santuario navarro de San Miguel de Aralar y le prendieron fuego a la puerta del santuario.

El suceso ocurrió sobre las dos de la madrugada y provocó la movilización a bomberos de los parques de Alsasua y Cordovilla, así como a la Policía Foral. Las llamas han provocado una densa humareda en el interior de la iglesia que ha dificultado las labores de los equipos de emergencia.

Según han explicado fuentes de la archidiócesis de Pamplona a Noticias de Navarra, la persona que pernocta en el santuario fue la primera en enterarse del incendio. «Al levantarse, se ha acercado hasta el santuario para ir a rezar, algo que hace todas las mañanas, y ha visto. Ha cogido un extintor para apagar el incendio que no era de gran dimensiones y después ha llamado al capellán Alfonso Garciandia y éste ha contactado con SOS Navarra, Guardia Civil y Policía Foral. Han sido estos últimos los que han llegado primero y se han hecho cargo de la investigación», han señalado.

Los asaltantes además de meterle fuego a la puerta, pintaron una estrella de David y la palabra «Jude» en la puerta. Tras sofocar el fuego, el suceso ha sido puesto en conocimiento de la Guardia Civil de Alsasua y de Policía Foral, que investigan lo ocurrido.

La Iglesia Navarra condenó “la agresión sufrida” por el santuario, al tiempo que lamentó y rechazó rotundamente el asalto, “en uno de los centros de espiritualidad más antiguos y arraigados en Navarra”. Confía en “la investigación policial para que se esclarezcan los hechos lo antes posible” y ratifica su apuesta “por la tolerancia y el respeto”. Añaden que “el santuario seguirá con las puertas siempre abiertas para acoger a los fieles, a los peregrinos y a los visitantes que se acerquen hasta un paraje que combina historia, devoción, leyenda y arte”.

En declaraciones a Noticias de Navarra, el capellán de San Miguel de Aralar, Alfonso Garciandia hermano del obispo de Palencia, reconoce estar triste por lo ocurrido si bien asegura que «las consecuencias podrían haber sido mayores». «Todo apunta a que el incendio de esta mañana ha sido una gamberrada, gorda, pero gamberrada. No hemos recibido ninguna amenaza o aviso que haga sospechar otra cosa, pero bueno habrá que esperar a la investigación policial», apuntó Garciandia.

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