En una carta dirigida a los participantes en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, también conocido como Sínodo sobre la Sinodalidad, el obispo emérito de Tyler, Joseph Strickland, ha lanzado una serie de críticas contundentes sobre la dirección del proceso sinodal, acusando a algunos de los miembros de promover ideas que se alejan de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia Católica.
«Es una gran farsa cuando la perla de gran precio se mezcla al azar con las baratijas de un mundo confuso y pecador», señaló el obispo en referencia a las discusiones dentro del Sínodo, que, según él, permiten la inclusión de «ideas falsas» junto con las antiguas verdades reveladas por Dios. Strickland instó a los participantes a rechazar cualquier intento de cambiar o eliminar las enseñanzas fundamentales de la Iglesia: «Ruego a todos los que participan en este Sínodo que tengan la audacia de la fe que grita ‘non possumus’ – ¡no podemos!»
La carta, escrita en la festividad de San Jerónimo, se centra en la defensa del Depósito de la Fe y en la preocupación por lo que Strickland considera concesiones indebidas a las tendencias del mundo moderno. «Muchos de vosotros parece que estáis llorando junto a la corriente de confusión de Babilonia», afirmó, citando las Escrituras para exhortar a los obispos y sacerdotes a ser «centinelas en las puertas» de la Iglesia, protegiéndola de la herejía y el error.
En su misiva, Strickland también criticó directamente algunas posturas relacionadas con temas controvertidos como las cuestiones LGBT, señalando que ciertos participantes del Sínodo están promoviendo ideas contrarias al Catecismo de la Iglesia Católica. «Vemos a muchos de los que han sido llamados a participar en este Sínodo que hacen concesiones a los pecados de Babilonia, entre ellos las perversiones de Sodoma y Gomorra», expresó de manera contundente.
Críticas a los polemistas Timothy Radcliffe y el padre James Martin
Además, mostró su preocupación por la influencia de figuras como el padre dominico Timothy Radcliffe y el padre James Martin, quienes, según el obispo, defienden posturas que no coinciden con las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad. Citando el Catecismo, Strickland recordó que los actos homosexuales son «intrínsecamente desordenados» y «bajo ninguna circunstancia pueden ser aprobados».
Strickland también criticó la forma en que el Papa Francisco ha abordado algunos de los temas en el Sínodo. «Es preocupante que el énfasis en estos grupos parezca estar puesto en la unidad con la diversidad en lugar de la unidad con Nuestro Señor y Sus preceptos», advirtió, subrayando que la verdadera unidad debe buscarse en Cristo y no en la armonía con el mundo.
La carta concluye con un llamamiento firme a todos los pastores de la Iglesia para que permanezcan fieles al Depósito de la Fe, incluso si esto los pone en desacuerdo con el mundo. Citando nuevamente a San Jerónimo, Strickland afirmó: «Os equivocáis si pensáis que un cristiano puede vivir sin persecución. Quien no vive bajo ninguna, sufre más.»
El obispo Strickland ha sido conocido por sus posturas conservadoras y su crítica abierta a algunos aspectos de la actual dirección de la Iglesia. Esta carta abierta a los participantes del Sínodo sobre la Sinodalidad es otro ejemplo de su firme defensa de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia Católica.