El padre Andreas Wollbold, profesor de Teología Pastoral en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich desde 2003, lamenta en una reciente entrevista concedida a Die Tagespost que “el sacramento de la penitencia sólo juega un papel marginal en la identidad de la mayoría de los sacerdotes” en Alemania.
En una entrevista concedida al periódico Die Tagespost, Wollbold afirma que “la confesión está simplemente muerta en Alemania”. Y añade que “para ganar fieles para el redescubrimiento de este sacramento, ‘hay que superar grandes barreras’. Esto sólo se puede hacer de forma muy concreta y con mucha perseverancia”.
Lo más alarmante de las declaraciones del teólogo quizá sea la afirmación de que “el sacramento de la penitencia desempeña sólo un papel marginal en la identidad de la mayoría de los sacerdotes”. Die Tagespost explica que “el teólogo de Munich afirmó: ‘Esto no es bueno, porque junto al poder de la Eucaristía, el del perdón de los pecados es la gran característica única del sacerdote’”.
Es a través de una ceremonia especial, al final de la Misa de ordenación —en el Rito tradicional, por supuesto— que se significa este poder, cuando el pontífice pronuncia la fórmula: «Recibid el Espíritu Santo: a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn 20, 22-23), mientras despliega la parte posterior de la casulla, hasta entonces plegada.
El padre Wollbold añade: “Pero es probable que para ello los eclesiásticos deban redescubrir primero el poder de este sacramento», indicando así el poco interés que ellos mismos le prestan”.