Destacó los gestos de solidaridad que inspiran esperanza en medio de la guerra. Monseñor Visvaldas Kulbokas relató actos de generosidad que, en el contexto del conflicto en Ucrania, se convierten en acciones heroicas impulsadas por la caridad. Recordó la historia de una mujer ucraniana que, con la ayuda de conocidos, logró enviar 60 millones de dólares en ayuda al país, y la de un hombre que, aunque no se identifica con ninguna iglesia, ayudó a escapar a 280 personas. También mencionó la evacuación de 800 personas de Mariupol gracias a una parroquia protestante, subrayando su fe en la sociedad civil para enfrentar los desafíos.
Kulbokas reflexionó sobre la capacidad de la sociedad civil para percibir peligros inminentes, en comparación con las instituciones, que a menudo tienen dificultades para anticiparse a las crisis. También señaló que las guerras no siguen reglas predecibles, lo que dificulta la preparación institucional.
En el panel también participó Oleksandra Matvijcuk, una abogada ucraniana y líder del Centro para las Libertades Civiles, quien compartió testimonios sobre la violencia en Ucrania y animó a la comunidad a mantener la esperanza y a realizar gestos de solidaridad. Otros testimonios, como los de Lali Liparteliani y Anastasia Zolotova, responsables de la ONG ucraniana «Emaús», destacaron el impacto de la guerra en la identidad y la fortaleza que encuentran en su fe para seguir luchando por un futuro de paz.