Así se fraguó la vocación del nuevo obispo coadjutor de Urgel y futuro copríncipe de Andorra

Así se fraguó la vocación del nuevo obispo coadjutor de Urgel y futuro copríncipe de Andorra

Estando en su primer destino diplomático, en Madagascar, Josep Lluís Serrano Pentinat dejó por escrito su testimonio de cómo Dios le había ido guiando hasta encontrar su vocación sacerdotal.

El sacerdote Josep Lluís Serrano Pentinat, originario de la diócesis de Tortosa, ha sido designado como nuevo obispo coadjutor de Urgel. En su testimonio vocacional, Serrano Pentinat describe su camino hacia el sacerdocio en siete etapas, desde su infancia hasta su servicio actual.

Josep Lluís Serrano Pentinat nació en el pequeño pueblo de Tivissa, en la cordillera mediterránea. Desde temprana edad, en la parroquia de San Jaime de su localidad, comenzó a sentir los primeros signos de una vocación religiosa bajo la guía del párroco mosén José María Subirats. «Acompañar al sacerdote a celebrar en las diferentes comunidades parroquiales era uno de los alicientes dominicales más deseados,» recuerda.

Al finalizar sus estudios básicos, y a sugerencia del párroco, ingresó en el Seminario Menor de Tortosa, donde comenzó a vivir en comunidad con otros jóvenes que también sentían la llamada al sacerdocio. «Aprendí de mis formadores a vivir en comunidad: rezar, estudiar y hacer deporte eran las actividades que nos urgían,» relata Serrano Pentinat sobre esta etapa de formación.

El siguiente paso en su vocación lo llevó al Seminario Mayor, donde durante seis años se dedicó al estudio de la filosofía y la teología. «Descubrí que sabía muy poca cosa sobre Jesucristo, el Hijo de Dios, su Iglesia y la vida sacramental,» señala, destacando la importancia de estos años de formación intensiva.

En 2001, fue ordenado diácono en su parroquia natal, y al año siguiente, sacerdote en la Catedral de Santa María de Tortosa. «Recibí también la nueva misión, párroco de tres parroquias rurales: la Palma de Ebro, la Bisbal de Falset y Margalef de Montsant,» explica sobre su primer destino pastoral.

En 2005, fue enviado a Roma para ampliar sus estudios en Teología Dogmática en la Universidad Gregoriana, una experiencia que le permitió conocer mejor la riqueza de las diócesis españolas y fortalecer la amistad sacerdotal con compañeros de diversas regiones. «Fueron años para conocer la riqueza de las diócesis españolas,» subraya.

De regreso a España, combinó la docencia en el Seminario Mayor y el Instituto a distancia San Agustín con su labor pastoral en Vandellós y Hospitalet del Infante. «Dos años más de intensidad y de vitalidad al lado de la brisa del mar mediterráneo,» describe esta etapa de su vida.

Finalmente, en 2009, comenzó su formación en la Pontificia Academia Eclesiástica, que lo llevó a su primera misión en Mozambique en 2012. «Vivo cada día la vocación recibida como un don y una muestra de la benevolencia de Dios para con toda la humanidad,» afirma Serrano Pentinat, reflejando su compromiso continuo con su vocación sacerdotal.

Con humildad y gratitud, Josep Lluís Serrano Pentinat concluye su testimonio vocacional subrayando la importancia de la libertad y la solicitud del Señor en su vida. «Y termino como he empezado, com licença, o sea pidiendo permiso, porque es así como el Señor entra en nuestras vidas con el respeto hacia nuestra libertad,» concluye, invitando a los jóvenes a seguir su ejemplo y ofrecer sus vidas al servicio de la Iglesia y la humanidad.

El Papa Francisco nombra a Mons. Josep-Lluís Serrano Pentinat como obispo coadjutor de Urgel

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