Según nuestras fuentes en Murcia, se trata de un secreto a voces conocido por el clero murciano. Al parecer, el seminario menor tiene los días contados.
Estas fuentes confirman a InfoVaticana que la diócesis de Cartagena, cerrará este año su seminario menor, por falta de vocaciones.
Tras la gran apuesta del obispo de la diócesis, José Manuel Lorca Planes y del actual obispo de la diócesis de Jaén, Sebastián Chico cuando era auxiliar en Cartagena y, tras realizar una inversión millonaria, teniendo que pagar a las monjas una gran suma de dinero por el edificio y los terrenos y otra gran suma de dinero, para acondicionarlo para los seminaristas menores, la diócesis parece que va cerrar el seminario menor.
Fue en el año 2015 cuando la diócesis de Cartagena al conocer que las religiosas de Jesús María se marchaban de Santomera para unirse a la comunidad de Murcia, se convino con ellas la compra de su casa. La finca, que en los últimos años había servido como residencia de las hermanas ancianas, se convirtió en la nueva ubicación para la formación de los seminaristas ante «el aumento de vocaciones».
Por aquel entonces, Lorca Planes aseguró que el seminario menor “no está pasado de moda” y esperaba que el tener instalaciones propias sea un aliciente más para aquellos jóvenes que están sintiendo la llamada al sacerdocio. En 2015 el rector del seminario menor era Sebastián Chico, actual obispo de Jaén.
El tema de los seminarios menores sigue siendo un gran quebradero de cabeza para algunas diócesis que hacen esfuerzos por mantenerlo. Una vez más, parece comprobado que los seminarios menores son un gran fracaso para las diócesis, puesto que de ellos, los jóvenes que entran, o bien no terminan sus estudios eclesiásticos o salen sacerdotes con grandes problemas de afectividad y, en muchos casos, como dijo el Papa Francisco «con aire de frociaggine», explican a InfoVaticana fuentes conocedoras de la situación.
Con esto se demuestra que, ni el obispo de la diócesis ni los tres rectores que han pasado por el seminario en estos seis años de vida que lleva este, han sido capaces de atraer nuevas vocaciones. Los seminarias menores de Cartagena-Murcia inauguraron este centro en 2018 con un total de de 25 seminaristas menores internos y externos. Un número que ha ido descendiendo año tras año y que ahora ha provocado que la diócesis murciana ponga fin al seminario menor.
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El Seminario Menor de Cartagena era un mala idea. En el artículo se deja bastante claro el por qué..
Una region de un millón y medio de habitantes con una capital de casi medio millón y otra con más de doscientos mil; que encima vota masivamente a la derecha y tiene una mentalidad acogedora y familiar, donde todavía hay natalidad y gente que aún va a misa… no tiene ya vocaciones que pastoreen y enseñen el camino de la salvación a las generaciones futuras. Y la culpa, claro, de los Beatles, como dice la Escritura…
El problema del seminario menor ya en tiempos de un obispo cuya diocesis no purula lejos de Murcia, cuando era rector del Seminario con las convivencias cada quince días de los seminaristas menores, aquello era vamos a dejarlo en poco.. edificante. Aunque el Papa Francisco ha utilizado unos términos que se asemejan bastante a lo que allí se vivía. Este ahora Obispo cuando era rector y su Obispo que parecía que ni se enteraba ni se quería enterar de lo que se cocía en su Seminario y que era bastante conocido en la Diocesis. Un seminario menor permanente podría ser una combinación peligrosa.
Los crios tienen que vivir sus realidades, y cuando sean mayores de edad en libertad y conciencia y algo de madurez si así lo desean entrar al Seminario. Fin de la historia.
La Primavera de la Iglesia……y esto es sólo el comienzo….en diez años…..como en Francia. Sólo quedarán los Sacerdotes del Indietrismo…
Qué satisfacción vital más honda debe de reportar cepillarte en menos de sesenta años la siembra evangélica de dos milenios…
Un nido de muchas frustraciones e inclinaciones contrarias.
Ya el seminario mayor lo es, cuanto más el menor.
Si primero has devastado meticulosa y pacientemente la fe, desacralizándolo todo hasta echar al mismo Dios primero del centro y luego del templo; y después has extirpado cualquier pensamiento sobrenatural del corazón de las familias volviéndolo todo un revoltijo de anuncio setentero de Coca-Cola y ONG… ¿Qué joven normal va a sepultar la única vida que tiene en eso?
¿Por qué el obispo con olor a oveja no lo cede a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX)?
Estoy seguro que ellos lo podrán llenar y por tanto servir mejor para su uso.
A veces parece que Bergoglio es como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer.
Será el vicio del «clericalismo», como dice él.
El futuro y la solución es el SEMINARIO ONLINE, pero para mayores, cursando la teología por internet. El seminario menor ya no tiene sentido: familias con uno o dos hijos y acomodadas no enviarán a sus hijos a vivir en un edificio, lejos de casa. Seminario online desde casa o si se quiere también desde el seminario mayor edificio, pero sin necesidad de profesorado ni de trasladarse a una capital. Claro que esto no va en la dirección querida de refundir seminarios. El seminario online admite muchas combinaciones, como todo lo digital.
Si es tan así como ud dice, ¿por que no permitir el estudiar en casa (no sólo en tema católico, me refiero a cualquier estudio) desde primaria hasta toda la carrera para quien así lo quiera? Hasta sería mejor, no podría haber influencia progre-masónica-anticatólica-comunistoide de los profesores, porque todo quedaría grabado y les comprometería más…
Fuera ya construir escuelas o universidades, todos a estudiar en casa…
Pero claro, con PSOETA nos topamos. En la plandemia, tan ufanos que estaban con que los niños «no fuesen a la escuela por el posible contagio» se les ponían los pelos de punta con sólo con mencionarles a estos del gobierno putrefacto la posibilidad de «estudiar en casa» sin tener que ir al colegio nunca (homeschooling en término anglosajón)…
Uff, que se les escape lavar los cerebros a los niños, estos pervertidos demoníacos que nos gobiernan no pueden dejar que suceda.